6 de enero de 2007

La lectora


Entregada a la más amada lectura, leyendo entre palabras lo que no sabe leer entre líneas, pasa la tarde.
No es importante que pasen las horas, le da igual, mientras que un libro permanezca junto a ella; tiene miedo de abrir los ojos y ver que no quedan letras más allá.
Escribe cartas inventadas para poder leerlas; nadie le escribe.

Se duerme cada noche escribiendo poemas mentales; porque sabe que las palabras que sueña las leerá durante el día.
Siempre tiene un juego para sus ojos, pasea sus pupilas de izquierda a derecha una y otra vez,como extrañando los renglones que le faltan para volver a un libro y desenmascararlo.

Sabe que todos le hablan, oye los susurros de cada libro cuando están cerca,
como un escalofrío le recorre todo su cuerpo; se cruza en su camino una librería y nunca se esconde ni se rinde.

Enfrentada a tantos elementos que le atraen cierra los ojos y se deja seducir por su instinto; juega de nuevo...
En un punto determinado abre los ojos y mira el primer libro que aparece ante su vista: - me has llamado- le dice.

Se dirige hacia él, lo toma entre sus manos y, abriendo el seleccionado ejemplar, va recorriendo con su vista varias hojas que le iran descubriendo el itinerario secreto por donde introducirse, entre las selváticas letras, hacia esas desconocidas palabras que alguien, un día cualquiera, escribió supuestamente para ella...
Entonces presiente que entre el libro y ella ha comenzado un nuevo y loco amor infinito...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me gustó mucho la parte de "porque sabe que las palabras que sueña las leerá durante el día" ella se crea, crea y cree

Candelas Sanchez Hormigos dijo...

Pero siempre conociendo la realidad, ¡si ya se que no se sabe la frontera!, pero demorarse en los sueños no te deja vivir.

Un beso

Isabel dijo...

Creo que leer es crear y fomentar nuestra imaginación más alla de la del autor...
¿No os motiva siempre leer?
Qué suerte disfrutar de quien imagina, escribe y lee.
Besos.