2 de enero de 2007

Renovarse o morir...



Una fresca corriente de aire se pasea por los renovados pasillos, las voces hoy también se presienten, ajetreadas entre el ir y venir de viajeros del consumo.
Los equipajes, las despedidas y abrazos atemporales se quedaron suspendidos entre secuencias lineales del tiempo, entre mártires de la espera y recuerdos caducos.
Nada de ese reflejo permanece ya en las pupilas que miran una nueva escena.
Desde donde partieron tantos trenes de esperanzas, sueños y tristezas hoy solo queda un bullicio parecido al trajín de la vieja estación...
El trasiego de gente se convierte en un tumultuoso sonido de vieja locomotora que nos hace creer que, desde las vías muertas, aún podemos partir hacia un rumbo nuevo...

(Esta antigua estación de trenes de Sevilla dejó de funcionar hace años y se transformó en un centro comercial más.)

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