5 de febrero de 2007

Aquellos veranos...

Quizás porque descubrí lo que era un día de verano o porque las huellas sobre la arena me hicieron seguir siempre rastros imaginarios.


Quizás porque las noches siempre eran las más estrelladas y la música hacia crecerme las alas.
Quizás porque, en esa época, nunca pensaba en las sombras, ni la brisa despeinaba mis anhelos.

Tal vez por eso, porque todo lo que viví fueron sueños, decidí no despertarlos en mi letargo invernal; no fuera que al abrir los ojos descubriera, tan sólo, una sombra de todo aquéllo que fui y me encontrara, derrumbados sobre la arena, todos mis sueños de entonces ...

4 comentarios:

Gwynette dijo...

Yo que tú los abriría -los ojos- estoy convencidísima que no te defraudarás. Fué otro momento que siempre creemos mejor, pero dentro de unos años el mejor será este de ahora mismo..o sea que..adelante con las hachas ! :-)

Abracitos de alcachofa

Anónimo dijo...

Con frecuencia escribo líneas que al amanecer aparecen esparcidas en pedazos; en cientos de fragmentos de papel de un folio roto. Levanto castillos de naipes en la mesa del salón; que al alba se hallan desmoronados, derramados por el suelo y el sofá.
Los sueños pueden romperse en mil y un pedazos, pero estos son mágicos y tu imaginación los controla. Son deseos, ilusiones y anhelos que con fuerza de voluntad y fantasía se reconstruyen ellos solos en el aire…

Anónimo dijo...

Nunca despiertes a un sueño... sólo disfrútalo...

Isabel dijo...

Gwynette: Ahora lo que hago es mirar de frente y disfrutar el presente,amiga.El pasado lo dejo como estaba,porque fue maravilloso.


Itoitz: Los sueños no tienen el poder de regenerarse solos,somos nosotros los que construímos sueños nuevos si queremos...
Gracias por tu visita nuevamente.


Buho: Precioso pensamiento;pasaré de puntillas para no despertarlos.
Así da gusto verlos dormir...Ssshhh..;-)
Gracias por tus estupendas palabras siempre.Un besote.:-)