20 de marzo de 2007

Cuéntame un cuento...

Cuéntame un cuento mientras me duermo - me decía- manteniendo sus ojillos abiertos y atentos…
Permanecía envuelta en la cama entre el desorden de libros, peluches y sábanas; hasta que una buena noche decidió que ya era hora,por fin, de dejarse contar todas esas historias, llenas de ininteligibles letras y dibujos asombrosos.

Mirar los cuentos era divertido, porque así podía inventar sus propias ocurrencias; pero era mucho más divertido fascinarse escuchando todo lo que su mente no había podido imaginar; simplemente porque todos esos fantásticos seres no habitaban aún por su fecunda ensoñación.

Parajes remotos, gnomos minúsculos que no conocía, gigantes buenos, malvados ogros, incluso arrugadas viejitas convertidas en hadas maravillosas,ésas que nunca pudo descubrir mientras,con fijación, se quedaba mirando a su abuela, esperando de una vez su ansiada transformación…

Ella era feliz escuchando, imaginando todo lo que esperaba de la realidad.

Oía con entusiasmo la voz del feo patito o del triste erizo del que todos se alejaban, a veces se entristecía con el pequeño osito que no conocía la nieve, como ella; incluso un frío día de Reyes, al despertar, descubrió un pequeño desconchón en la pared del balcón y pensó que algún torpe camello, tras una brusca patada, lo había provocado en su rápida salida…

Ella era fantasía cuando vivía, cuando escuchaba, cuando hablaba; tantos sueños se acumulaban en su cabeza que tenía que dormir para vivirlos mucho más cerca…
Desde mucho más dentro…
Cuando comenzaba a pestañear y bostezaba era el feliz indicio de que estaba a punto de adentrarse por su camino secreto de baldosas amarillas…

Entonces la dejaba dormida, susurrándole buenas noches muy bajito, recogía todos los mágicos cuentos y animalitos de peluche que dejaba revueltos sobre su cama, le apagaba la luz y, con esa intuición tan misteriosa que sólo los niños poseen, la dejaba continuar hacia esa otra luz brillante y hermosa que ilumina el dulce camino de los sueños...

6 comentarios:

poca luz dijo...

...y es así como siento que te leo. Con ojitos de niña. Y es así como escribes. Con esa ternura que contagia.

(Lástima no poder escuchar la música, hoy goear está que no está).

Besazo guapa!

El búho rojo dijo...

vaya... no sé por que te siento en un hálito de recuerdos que me de alguna manera, apetece compartir... sigues recordándome esas etapas desconocidas u olvidadas ya que siempre producen una grata sonrisa al revivirlas en el alma.

Un beso

Lorena dijo...

Qué de recuerdos, qué de miedos...somos niños, al fin y al cabo, llenos de fantasías y sueños, siguen brillándonos los ojos, seguimos sorprendiéndonos...quizá con menos frecuencia, pero no con menos intensidad. Quiero que esa niña siga viviendo dentro de mí. Yo soy todo lo que he encontrado en mi camino...todos los cuentos, todos los sueños...un gran besazo, preciosa!

thoti dijo...

.. niños y sueños.. ¿hay algo más hermoso?.. inocencia, imaginación, ternura y fantasía.. todo eso encierra tu relato.. así que me he quedado prendido, y casi dormido, dulecemnte, como la protagonista de tu historia.. buenas noches, Isabel..

Hanna dijo...

Casi me dormia para volver a soñar con duendes y hadas.
Buenos noches

Isabel dijo...

Bea,la ternura creo que es algo que ya tienes que tener dentro antes para poder sentirla...:-)Un besazo y gracias por tus palabras.

Pablo,a veces son recuerdos,otras son sensaciones,otras vivencnias,otras inspiración...;en fin ,cada día es algo distinto, por suerte, lo que me recuerda que sigo muy viva..
Un abrazo,amigo.

Lorena,eres todo lo que quierar hacer de ti..;eres lo que sientes,lo que piensas...
No dejes nunca que esa ilusión que sientes dentro te abandone,a veces es la unica cosa que nos salva...Besos.

Thoti,la ensoñación ante las cositas simples que veo o recuerdo ,mientras que para algunos pueden ser una pérdida de tiempo,para mí es la sal de la vida...
Todo lo que da sentido a mi vida.Un besazo y gracias.

Hanna,a veces los mejores sueños se viven despiertos...;-)
Que los consigas,amiga..