5 de noviembre de 2007

Intuición

Hay ciudades donde nos falta el aire, lugares y casas que son como bocas que muerden; existen personas que roban nuestra energía, percibimos corazonadas futuras que nos avisan e intranquilizan…

Yo no puedo evitar sentir estas sensaciones que percibo,de forma involuntaria, a veces.

Hay cierta sabiduría, no sé de qué manera transmitida, que nos va conectando con un conocimiento adquirido, pienso que inconscientemente, más allá de nuestras propias explicaciones.

Siempre he creído que lo mejor es dejarse guiar por los pasos que nos va insinuando nuestra, casi siempre certera, intuición.
Esa viejita sabia que todos llevamos dentro desde que nacemos y a la que me gusta tomar de la mano cuando no conozco las respuestas...…

8 comentarios:

Gloria dijo...

Que hermosa imagen la de Isabel tomando la mano de una viejita interior, me provoca ternura y admiracion por tu inocencia y sabiduria. Te celebro. Un beso.

Nobska dijo...

Lo importante que es escuchar esa voz interna. Precioso. Un muy fuerte abrazo.

LlunA dijo...

Lo bueno es poder huir interiormente allá donde queramos lejos de la ciudad, la hipocresia, los ruidos, olores desagradables, lejos...lejos de todo lo gris y frío...

El búho rojo dijo...

Tienes razón, como de costumbre, en que la experiencia, la premonición y la intuición tal vez no sean una ciencia exacta, pero es evidente que esa sensación de estar cómodos o no, nos alerta siempre de con quien o de donde estamos...

un beso

almena dijo...

Esa sabiduría interior, la intuición, innata aunque permanezca latente... estoy contigo, es la mejor de las guías.

Un beso

thoti dijo...

.. la intuición (que tenéis más las mujeres, según los entendidos..) es el sexto sentido.. pero hay que saber que.. falla más que una escopeta de feria (según dicen).. hay que usarla pero sabiendo eso.. ummm..
.. dicho sea de paso: a mi me encanta usarla..
.. besitos amiga..

Anónimo dijo...

la intuición es el sexto sentido de muchas personas, y en algunos casos el mas desarrolado.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Lo que sucede es que no solemos escuchar a esa viejita sabia que llevamos dentro y así nos luce el pelo.
Un saludo