30 de junio de 2008

Impaciencia de otoño

Muchas veces el paisaje sureño que me rodea me hace pensar sobre lo que siento.
Hace poco tiempo los campos, como mi sentir, estaban pintados de verdes tonos y, sin embargo, ahora su apariencia está segada; tan sólo los girasoles se atreven a poner unas pinceladas de color amarillento, tonalidades ya casi mustias y descoloridas se asoman al borde del camino.

Ya no quedan verdes espigas bailando con el viento; tan sólo un titánico sol irrumpe victorioso sobre el cansado cauce de los ríos, sometiéndolos al polvo.
Como mis dilatadas venas, en donde mi pulso se ralentiza, convirtiéndose en una horizontal y seca planicie,
Todo va cambiando con cada estación; como el sentimiento de estío que siega mis emociones.

Late mi corazón en barbecho, esperando las nuevas lluvias que le sustentan.
Siento en la noche mis emociones como apretados fardos que desean ser aventados; como molidos granos que quieren ser amasados.

Recuerdo las húmedas sombras de los árboles junto al lecho otoñal de algún río y, entonces, un incontrolado deseo me recorre todo el cuerpo.

Sé que todo lo que seca el verano volverá a reverdecer, que la lluvia va a vestir nuevamente con musgos y líquenes las desnudas piedras, que la tierra en reposo va a germinar todas las semillas que aguardan.
Sé que algún nuevo día, cuando vuelva septiembre, volveré a sentir la caducidad recorriendo las ramas, caerán las viejas hojas mientras el agua enraizará la simiente, como un nuevo sentimiento; ese sentimiento tan mío y otoñal que me da vida, mucha más vida que esta reseca y agrietada canícula de hoy.

Soy como un bulbo paciente, bajo el aparente letargo del estío de la tierra.
Esperando, siempre esperando un nuevo otoño que me renueve...
Sé que mi alma no pertenece a estas cálidas brisas ,por eso constantemente necesito evocar el húmedo y frío viento que me transporta con el inconfundible olor de la tierra mojada.


Imágenes:
batintherain
luis echánove

11 comentarios:

José Luis dijo...

Isabel,
No sabes qué bien has descrito las sensaciones que muy probablemente llevaron a los primeros humanos que se asentaron para labrar la tierra.
El ciclo que se repite, alegoría del momento de la creación, el fin, y de nuevo el renacer.
La madre tierra fecundada por los espíritus del bosque.
En algunas culturas se sacrificaba una virgen y se enterraban sus pedazos en los campos de cultivo con el fin de que la fertilidad estuviese asegurada.
Suerte que ahora tenemos fertilizantes. jeje.

Emig dijo...

Contenido y fuerza. Precioso tu escribir.
Ser bulbo paciente me hace recordar la frase tópica que dice "bienvenido al club". Mas la espera se convierte en observar, cuando al mirar ves aparentemente lo mismo, pero nunca es igual, hay lo que hay aunque la propia tendencia nos guie sabiendo que no es laberinto siempre, pues las cálidas brisas al desaparecer, con ellas se va el revoltijo y viene lo húmedo y frío otra vez.
A veces me pregunto si el cómo está afuera es un reflejo propio.
Un beso

Anónimo dijo...

Espera, mantente a la espera, pero vive entre tanto. A veces tengo la sospecha de que en la espera se nos va la vida. Vendrá septiembre y será feliz, pero podemos ser felices antes de que llegue.
Y si no, ya sabes, vente al norte, mujer, que esto es un prodigio de verdes, especialmente después de la lluviosa primavera...

Aleksander Nagi dijo...

… sublime es el sentimiento ligado a la respiración de la tierra
… sublime y nostálgica, la espera y la despedida, de riachuelos alegres que llevan pétalos esparcidos de deseos y sueños
… lindas son las estaciones del alma, que oscilan bailando con los matices de estaciones añorados y deseados
… lindo es el olor de la “tierra mojada”, nuestra única e indiscutible causa de vida
… lindo es el pensamiento que se transforma en letras y nos puede llevar a sentir con la piel sus expresiones
… mil gracias por este viaje
… un abrazo

Ligia dijo...

Qué bien has descrito el ciclo de la tierra y de la vida al fin y al cabo. Hermosos sentimientos que evocan el verde de los campos, todo volverá a llegar. Disfruta mientras tanto. Besos

El búho rojo dijo...

aromas de fresco otoño que recubre de ocres los secanos tórridos del estío...

No podrás escapar... ni de la noche ni del día...

Un beso

Lorena dijo...

Me dejas sin palabras con las que obsequiarte. Espero que no te desanimes en la espera, que encuentrers la belleza del tiempo de anhelo y que al fin llegue tu momento, donde renazcas y seas tú, renovada y auténtica como siempre. Un besazo

Anónimo dijo...

Amiga, comparto tu sensación. El sofocante verano detiene los ímpetus y quehaceres de muchos de nosotros. Aún falta para el deseado otoño y, desde el sofocante calor del sur, te mando un soplo de aire fresco que te haga más corta la espera.
Un abrazo!

CarmenS dijo...

cuesta soportar el color pardo del calor, el amarillo que te deslumbra. Pero no puedes perder lo que de bueno traiga el verano.

juan rafael dijo...

Pues yo, con lo que has dicho, me voy a hacer una escapadita al sur.

Anónimo dijo...

Precioso. Tu blog me parece genial.

Un saludo.