22 de octubre de 2008

Memoria de los sentidos

Creo que hay algo que todos tenemos en común, a la vez que distinto; son nuestros recuerdos.
En concreto todos esos que conservamos con formas,aromas,sabores y sonidos…

Quién no tiene recuerdos asociados a algún olor o alguna fragancia, como por ejemplo el perfume que usaban nuestras madres o abuelas; o quizás nuestro padre cuando se aseaba por las mañanas.
Incluso el olor del humo que desprendía aquella vieja fábrica que estaba cerca de nuestra casa.

Ese olor tan peculiar al entrar en aquella vieja tienda de ultramarinos,o el olor penetrante de lacas y maderas que desprendía la carpintería por donde pasábamos cada día.
El ambiente blanquecino que llenaba la calle y nuestro deseo con el cálido aroma de las castañas asadas,mientras esperábamos a que nos llenasen el cartucho.
Son los olores que han quedado almacenados, cada uno de ellos, como un marca-páginas muy especial en nuestra memoria.

Hay aromas que nos provocan un efecto de regresión instantáneo; nuestras asociaciones de ideas son permanentes y logran hacernos sentir, exactamente, lo mismo que sentíamos hace años, quizás satisfacción, alegría, miedo, angustia o, tal vez, serenidad.

El ser humano vive ligado a las emociones que graba en su mente a lo largo de su vida, sólo hay que activar el “botón de encendido” y sentiremos nuevamente los mismos sentimientos que, antaño, sentíamos.

Quizás ese sabor que nos hacía la boca agua y que no hemos vuelto a probar desde entonces,o el guiso tan especial que nos preparaban esas manos que ya, por desgracia, quizás no estén con nosotros.
Ese aroma penetrante a canela, anís o café que sigue en nuestra memoria y que no nos parece el mismo de aquellos lejanos y,tal vez, felices instantes.
O como los dulces bizcochos, flanes y chocolates que aún conservan el aroma y sabor a familia y amigos.

Recordamos aquel impertinente silbato de tren, que partía de alguna estación cercana hacia no sabíamos dónde,o aquella sirena de la vieja fábrica anunciando el fin de la jornada; tal vez,aún recordemos la sonora campana que presagiaba un infantil bullicio en el patio del colegio,donde chicles,regalices y caramelos dejaban rastro en nuestras manos y juegos.
Quizás, aún, nos erice la piel el sonido de esa vieja canción ,cantada por aquella anónima vecina mientras hacía las labores de su hogar...

Todavía nos pertenecen esas emociones dormidas; emociones que despiertan en una milésima de segundo, al volver a percibir todos los recuerdos que, poco a poco, se han ido quedando grabados en la memoria de nuestros sentidos.
Y que, afortunadamente, aún hoy siguen atados a nuestra vida; devolviéndonos en un momento,como un pequeño guiño, la felicidad a nuestro corazón.

Imágenes:

*¿Te acuerdas?*

*Fotos Colegio Monseñor Alberti*

14 comentarios:

Anónimo dijo...

lo de las canciones me sucede continuamente

tu post me evoca inevitablemente eso que siempre se dice de la magdalena de proust

un beso

s

El búho rojo dijo...

Los recuerdos son aquellas partes válidas que forman los cimientos de nuestra personalidad y contribuyen a formarnos como personas...



Un beso

Isabel dijo...

Santiago,resulta evidente el poder evocador que tienen los sentidos.
Tal vez,sea una de las experiencias más gratificantes que reconocemos, sobre todo cuando nos hace revivir momentos emocionalmente entrañables.
Por cierto, Proust a través del sabor recobró algo que creia olvidado;pero yo, me temo, le supero en evocaciones constantes,quizás es me gusta tener muy presentes las cosas que me importan. Un abrazo y felíz descanso.:-)

Pablo,es cierto que los recuerdos forman una parte importantísima de nuestra estructura mental,pero en esta entrada me gusta hacer hincapié en el papel tan importante que tienen los sentidos en la relación "causa-efecto".A través de ellos llegamos a nuestros recuerdos,incluso a los que creíamos olvidados. Un beso,amigo.

Ligia dijo...

De vez en cuando me llega un aroma a goma de borrar "dulce" que me recuerda una profesora que tuve cuando era niña... Tienes razón en lo que dices de las evocaciones. Besos

thoti dijo...

.. o quizás nos acordemos el buen sabor que nos dejaba, cada vez que lo leíamos, aquel blog que se llamaba.. mutuas palabras.. :-)

.. besitos, amiga..

Fernando dijo...

vaya...justo hablaba de esto hoy..abrazos.

CarmenS dijo...

Un olor que te recuerda a una persona... A veces es más potente ese recuerdo que el que te evoca un nombre o un sonido. El olor de una colonia que ya nadie usa y, de repente, vas por la calle y te asalta ese aroma... Es como si se te cayeran los años al suelo y volvieras al pasado.

Isabel dijo...

Ligia, cuántos recuerdos me llegan a través del olor(¡qué bien olían,eh!) de esas gomas que nombras...
Horas y horas de dibujar y colorear que siempre me servían,al final, para gastar precisamente la goma, jaja.
En fin, son bellos recuerdos y sobre todo,felices.Un beso y me has hecho sonreír,desde luego.


Thoti,jaja,cómo eres,caramba...
Ya me gustaría a mí poder dejaros siempre buen sabor en los recuerdos, ya.Gracias por tu simpatía,amigo.:-)

Fernando,es que estas sensaciones son tan corrientes que apenas les damos importancia,pero son las que nos avivan el recuerdo,ya ves si la tienen...Un abrazo y encantada de que pases por aquí.Gracias.:-)

Cecilia,me has recordado esa necesidad de oler la ropa que tenemos cuando algún ser querido fallece; como intentando recuperarlo de nuevo a través de nuestros sentidos,es nuestra manera de volver a sentir que aún vive.Sentidos y vida van unidos,amiga.Un besazo.

Olga Maillo dijo...

Una vez mas, me a encantado el relato. Todos tenemos nuestros recuerdos aunqe a veces los recuerdos no sean del todo bueno habra alguno qe te emocione :)

te agrego para visitarte siempre.

besos*

Isabel dijo...

Olga,me alegra que estés por aqui ,entra como en tu casa...
Gracias por enlazarme,será un placer leerte también.Hasta pronto.

Enmascarado dijo...

Olores de la niñez que nos anclan a nuestro pasado..olor a tiza..a tinta china

El Sabor del primer beso y el aroma de su piel
No hay mejor viaje que el que nos transporta a los momentos felices pues al recordarlos vuelven de nuevo esas sensaciones en todo su esplendor.

Gracias por tan magnifico recorrido en tu máquina del Tiempo

Besos

Mandarina azul dijo...

Gracias, Isabel, por despertar, por unos minutos, emociones dormidas.
Esta entrada es especial.
Un beso con la punta de la nariz manchada de tiza, como entonces...

:)

Isabel dijo...

Enmascarado,hay un máquina personal del tiempo dentro de cada uno,sólo tienes que hacerla funcionar cuando asi lo desees y recuperar lo mejor de tu vida.Un besote,amigo. :-)

Manda,¿sabes lo que yo creo que es especial?nuestro cerebro, que es capaz de almacenar tantas cosas maravillosas... Un besazo y mi cariño.:-)

Anónimo dijo...

Esos olores tan exquisitos, ese sonido, ese ruido ambiental, esa música, y por qué no esa frase que tanto "nos molestaba de chicos".

Si, es una sensación rara, incontrolable, nostálgica, y la nostalgia de los tiempos felices de vez en cuando viene bien.

Hermoso relato.Hermosa elección musical

Hermoso blog

Saludos