2 de mayo de 2009

Gaviota

Un nido de ventiscas,
un sinuoso risco te sustenta
sobre un vientre de algas y rocas.

Abres tus ojos al mar,
como dos pequeñas orillas
enfrentadas que se acechan.

Azules caminos del aire,
donde las olas no alcanzan
tus abrigados graznidos.


Van creciéndote plumas
que dilatan el horizonte
de tu bautismo de vuelo.

Aleteas y gritas,
porque lanzarte a los vientos
es tu hambre y tu sed.

Oceánico sustento que
alienta el batir de tus alas,
a punto ya de volar.

Mientras, el mar te convoca,
como a un marino en tierra
que extraña las olas.

Contra el viento y la marea
te lanzas sobre el abismo
con un silente planear.

La roca es preciado cobijo;
tu morada frente al poniente
con puertas abiertas al mar…





Intérprete: Roberto Cacciapaglia - Floating

7 comentarios:

Ligia dijo...

Me encantó el poema, Isabel. Muy bien definidos los dos lados mar-tierra de la gaviota. Abrazos

semifusa dijo...

Eres elegante incluso cuando coges la cámara, Isabel.
Un gusto, como siempre, asomarme a tu espacio.
Un beso. :)

(Cómo me gustaría estar ahora mismo junto al mar...).

FDG - El Señor de Monte Grande dijo...

Hermoso, pero no se porque me llena de melancolia.

Un beso desde MG

El búho rojo dijo...

Precioso poema, rematado con una preciosa fotografía

Un beso

Unknown dijo...

Son increible, del mar, de la tierra, pero sobre todo ... del aire... verlas planear... es algo que no deja de admirarme..

Besos

Chela dijo...

Que estupendo participar del mar y del cielo, y además anidar en las rocas, fuera del alcance de los depredadores, y desde allí tener capacidad de planear sobre los abismos, desafiando el peligro.

Es así como me gusta morar a mi, aquí en Coruña, "frente al poniente con puertas abiertas al mar...

Desde mi orilla y en un vuelo, me poso en tu balcón para darte un abrazo.

Enmascarado dijo...

Su primer vuelo...casi tan importante como el primer beso..el primer amor

Cada vez que nos enamoramos debemos entregarnos con la pasión de la primera vez asimismo cada vuelo deberá ser tan intenso como éste..en el que el abrigo de las rocas nos deja desnudos frente a nuestro miedo a fracasar...

Pero sólo atreviendonos a dar ese primer impulso podremos decir que ha merecido la pena vivir..pues habremos volado...habremos amado

Besos alados