23 de julio de 2009

Grises y blancos

Abro las ventanas, tras la oscuridad de la noche, y recibo con mis sentidos al grisáceo día que hoy despertó sobre mi ciudad.
Me dejo envolver por la brisa fresca que recorre mis poros, evocándome una húmeda y otoñal emoción.

Quiero brisas, luces tenues que no limiten mi mirada ni mis pasos.
Amaneceres que no deslumbren, apagadas nubes que no derramen tristeza sobre mis párpados.

Días nublados que nunca nublaron mi misión de ser feliz.
El corazón me late satisfecho; mi corto pelo permite que el viento acaricie mi nuca y me serene.

Una simple, pero distinta, mañana de Julio que no me deja indiferente. Activa mis emociones y me provoca; los días plomizos siempre me provocan un cúmulo de sensaciones
Me llaman a serenarme, a emocionarme, a desvivirme por sentir que cada día trae su afán y su regalo.

Cada uno de nosotros tenemos una manera distinta de despertar del tedioso letargo de la monotonía; tras tantos días de sol, un breve momento gris del cielo me reconforta y me alivia de la rutinaria canícula.

Me siento afortunada por ser capaz de disfrutar con pequeños momentos, insignificantes; incluso desapercibidos para otros.

Seguramente dure poco esta alegría de nubes pasajeras sobre mi soleada ciudad, pero nada me ofrece tan plácida sensación en mi alma como el cielo gris y una brisa suave y fresca.

Estoy convencida que los pequeños - siempre grandes - regalos de la naturaleza nos compensan de la dureza de muchos otros momentos de nuestra vida diaria.
Sepan disfrutarlos…


Imagen: alastrece



Intérprete: Roberto Cacciapaglia - Nuvole di luce

6 comentarios:

Manolo Merino dijo...

Tus palabras me provocan una extraña familiaridad.

oooxxx

thoti dijo...

.. gracias por recordarme que debo ser sensible a la belleza que tenemos tan cerca cada día, al alcance de la mirada y de los sentidos..
.. un beso, amiga Isabel, y feliz finde que se acerca..

El búho rojo dijo...

Un amanecer de otoño en el verano... Tienes razón, no todos saben apreciar ese regalo que nos proporciona la vida... como tantos otros, por que hay quien mirando el cielo para querer ver las estrellas, no logra ver el color vivo de las flores que hay a sus pies.

Preciosa entrada

Un beso

Isabel dijo...

Jhwh,probablemente las emociones acercan más que las palabras, amigo mío.:-)
Disfruta tu tiempo y los "momentos-regalo" que te lleguen...
Un gran abrazo.

Thoti,no soy yo la más indicada para recordarte que estás cerca de la belleza... ;-)Un fuerte abrazo y feliz fin de semana;pon todo de tu parte. :-))

Pablo,sé que no te dejo muchos comentarios, pero te sigo,te leo y te doy las gracias por seguir ahí,pasando fielmente por mis palabras...Mi cariño y lo mejor para vos,como hubiera dicho un muy querido amigo mío.Cuídate y sigue escribiendo esas reflexiones tuyas que tanto me gustan.:-)Hasta pronto.

Ligia dijo...

Yo prefiero el cielo azul y la claridad de la mañana, pero todo tiene su momento. La música, preciosa. Abrazos

Isabel dijo...

Gracias por tu comentario, Ligia;te deseo un tiempo feliz durante mi ausencia.Nos vemos a mi vuelta.Un fuerte abrazo.:-)