8 de julio de 2009

A su injusta medida

Empezaba a ser consciente de no haber diseñado bien su vida. Era un traje demasiado estrecho como para sentirse a gusto en su interior.

Reconocía, en lo más hondo de su ser, que nunca llegaría a sentirse cómoda mientras lo vistiera…
Se sentía prisionera de sí misma, vistiendo una talla que no era, ni nunca sería, la suya.

Enfundada en cientos de deseos ajenos que la martirizaban a cada paso. Un traje a la medida de otros; una máscara, un castigo…

Lleno de pespuntes, hilvanes deshilachados, que se abrían a cada momento, dejando a la vista su dolor más interno; viéndose obligada a apretar la tela con sus propios puños para no mostrar lo que, a toda costa, no deseaba mostrar: un alma demasiado vulnerable y sensible.

Apenas sin darse cuenta se había confeccionado un solapado hábito; lo suficientemente rudo como para permanecer oculta ante los demás bajo su recio trenzado.
A veces las verdaderas cárceles no se encuentran tras altos muros y barrotes, sino aferradas a nosotros mismos - como uña y carne.
Las sentimos- las sufrimos- pero no podemos alejarnos de ellas ni sabemos escapar.

Por esa razón acabó escondiéndose entre los demás,vestida con ropas ambiguas; cosidas en propia piel y realizadas con frustrados patrones.
Era el camuflaje perfecto para hacer invisible su decepción; con adornos de amargura en la solapa y un enorme vacío en sus bolsillos,siempre ribeteados con falsos encajes.

Un disfraz de carnaval, absurdo y pesado; pero sin risas, sin diversión…
El invisible traje del emperador que todos lograban ver menos ella.

Imagen: Blog Gustavo Tisocco



Intérprete: Mari Trini - Yo confieso

7 comentarios:

Manolo Merino dijo...

Que terrible hermosura, amiga.
lo he disfrutado mucho.

Bsos.

thoti dijo...

.. precioso texto.. preciosa imagen.. preciosa canción..
.. me hiciste pensar.. todos llevamos algún que otro traje puesto, pero cuando las cosas llegan a ciertos grados.. es como para decidirse a echarse de una vez por todas al escenario de la vida nuevamente, como los niños, desnudos de todo..
.. un besazo, amiga..

Unknown dijo...

siempre tan profundos sus textos, un placer visitarla.
un abrazo uniko!

ROSA dijo...

¡FELICIDADES! ¡Que bien retratas la dura realidad que todos llevamos en mayor o menor grado!
Como lees ya llegue.Un beso hermanita.

FDG - El Señor de Monte Grande dijo...

Como nos duele nuestra realidad y cuan dificil se nos hace sacarnos estos trajes tan pesados. Para reflexionar y mucho.

Un beso desde MG

Isabel dijo...

Jhwh, gracias,amigo.Valoro la hermosura,pero también lamento lo terrible. Espero que sigas disfrutando... ;-)
Un besazo.

Thoti,pero qué difícil es permanecer tal y como llegamos al mundo,¿verdad?
Pero aquí predomina la ley de la selva;no nos permiten bajar la guardia demasiado,amigo...
Un fuerte abrazo y que pases un excelente fin de semana.:-)

Unika,me alegro que le gusten;también me alegraría que nos tuteáramos.Me sentiría más cerca de ese modo. :-)
Un beso y buen fin de semana.

Rosa,hay tantas realidades distintas como verdades escondidas bajo la piel; o sobre ella...
Me alegra tu vuelta; ya sabes,dicen(yo no lo creo) que "lo bueno ,si breve,dos veces bueno".
;-).Un besote, hermana.

Sr. de MG,es un placer tenerlo por aquí regalándome sus amables palabras.¿Sabe?Yo pienso mucho casi todo,en ocasiones creo que también debería relajarme un poquito...Habrá que aprender a cambiar de hábito también,digo yo...
Mi abrazo y mejores deseos.:-)

Anónimo dijo...

Hace falta mucha madurez para re-conocerse a uno mismo en su hábito... y con qué grandeza describes esa sensación de pesadez cuando no lo conseguimos. Pero es tan cruda la realidad...
Me has hecho pensar, Isabel, como siempre. Gracias.