16 de septiembre de 2009

Aprovechar el otoño

Un tronco vencido es difícil que vuelva a recuperar su rectitud, más aún hay posibilidades para la rama que logra algún sustento.

Mantener el flujo adecuado de savia, ser flexible ante las ráfagas del viento; no dejarse vencer por el excesivo peso de las hojas, permitiendo el desprendimiento en su momento para la propia renovación y, siempre, conservar una dirección acertada para ir creciendo hacia la luz y profundizar nuestras raices…

Quizás éstas sean normas que la naturaleza establece, pero parece que, aun siendo fundamentales, para nosotros no son tan evidentes.

Nos empeñamos en seguir retorciendo nuestras ramas en sentido contrarío a la sensatez; al final, nos desequilibra la carga de hojas superfluas y terminamos derrumbados ante la más mínima sacudida.

En gran cantidad de ocasiones el mejor aprendizaje no está escrito en los libros; nos basta con ser buenos observadores del entorno.
El otoño está ya en puertas y, con él, deberíamos ser capaces de saber desprendernos de nuestras “hojas caducas”.

Todo ese peso superfluo que, seguramente, nos va a mermar energía y entusiasmo para afrontar esta nueva estación que la sabia naturaleza mantiene para su regeneración y,de este modo, poder ofrecer frutos diferentes.

Igualmente no olvidemos que siempre es aconsejable tener algún “soporte extra” a nuestro lado, por si acaso el peso del día a día nos fuera lentamente venciendo…






Intérprete: Lisa Gerrard - Serenity

8 comentarios:

India Ning dijo...

Isabel, tomo nota, las hojas caducas deberían irse con nuestro soplido. Tal vez sea el momento adecuado para ello, al menos por lo que se refiere a mi persona.
No sé por qué ese empeño mío en guardarlas en un baúl, sin acabar de despedirme.

Qué bien volver a encontrarnos.
Un abrazo grande.

PD: Bonita música de fondo.

María dijo...

Ya tenemos el otoño a las puertas, es una estación un poco triste porque los días empiezan a ser más cortos, y el sol se esconde.

Un beso.

Camille Stein dijo...

el mejor aprendizaje no está en los libros, efectivamente, ni la verdadera sabiduría se expresa con palabra...

hermoso texto, Isabel

un beso

Ligia dijo...

...como la propia vida. Ya queda poco para el otoño. Abrazos

poca luz dijo...

Estoy contigo a cada palabra. No podría llevarte la contraria porque defiendo hasta en las comas lo que dices. Desprendernos de lastre para elevarnos...

...mmm...buen vinito, unas castañas de lujo...diosss...pero quien se puede resistir al otoño???

...un fuerte abrazo, preciosa!!

ROSA dijo...

Aunque el texto es exquisito y lleno de profundas verdades, me quedo con la foto.
Ya sabes como disfruto con esas cosas.
¿Donde la hiciste?
UN BESO HERMANITA

Anónimo dijo...

¿Es repetitivo loar la sabiduría de la naturaleza? Seguramente sí, pero sólo si se hace como letanía, que es como habitualmente lo hacemos, no si, como tu haces es con voluntad de usarla como ejemplo y de mostrar la habitual estupidez y la ceguera con que muchas veces actuamos, cargándonos de pesos y cargas que poco a poco van pudiendo más que nosotros mismos.

Besos

thoti dijo...

.. te deseo un otoño radiante, apacible, amigo.. y el vigor necesario para vivas segura en cualquier estación , tiempo y espacio..
.. un beso, amiga Isabel..