22 de noviembre de 2009

Gente corriente

Él no tiene costumbre de saludar levantándose ligeramente el sombrero, ni se apoya al caminar sobre la empuñadura de un elegante bastón.
Su reloj no cuelga de ningún bolsillo de algún impecable chaleco.

En su cuello tampoco luce corbata alguna anudada con delicado esmero.

Sus pies calzan unos deformados zapatos, con punteras ligeramente envejecidas.
A su paso el aire se queda envuelto en fragancias de colonia barata; regalada, probablemente, por algún familiar.

Nunca porta ningún maletín de piel, tan sólo la prensa local bajo el brazo y algunas bolsas con piezas de pan o frutas.

Cada mañana cruza la calle para hacer algunos recados y, tras cumplir con su complaciente tarea, vuelve para dar el paseo rutinario por el barrio.
Casi siempre lo termina en la taberna, tomando algunos vinos con amigos o en el parque, sentado en sus pacientes bancos…

Así, día tras día, pasa su tiempo; complaciendo a la mujer en sus quehaceres y quejándose de lo mal que está la vida con sus compañeros de banco o de taberna.
Aunque serena y bien merecida tras cumplir, como el que más, con años de trabajo y dedicación.

Es sólo un hombre de barrio, un conocido más; no sale en las portadas de las revistas ni nunca provocó escándalo alguno.
Comedido, entrañable y querido por todos; que sabe conservar el encanto de lo cotidiano en la realidad que me toca vivir.

Es de esa clase de personas que, de manera desinteresada, comparten los “buenos días”, “vaya día hace hoy”, “vaya usted con Dios” o ¿cómo estamos hoy?....

Gente corriente que nos dulcifica la vida, personas que el día que no las encontramos es cuando, probablemente, más presentes están…


Imagen: JESÚS URIARTE




Intérprete: Gente- Presuntos implicados

14 comentarios:

zel dijo...

Un buen monton de personas así y el mundo sería mejor, mucho mejor, creo...besos, bonita!

thoti dijo...

.. son la gente corriente precisamente la que sostiene y hace que la vida tenga los condimentos necesarios para que podamos respirar esa normalidad tan necesaria que necesitamos los seres humanos y que otras tantas cosas y medios de comunicación se empeñan en alterar.. lo has descrito perfectamente..
.. un abrazo, Isabel..
.. desde la cotidianidad te deseo una feliz semana, amiga..

El búho rojo dijo...

Tan cierto como contundente querida amiga

Gente sin historias conocidas que, seguramente, podrían contarnos muchas de ellas

Un beso

Con tinta violeta dijo...

Leyendo tus palabras, recuerdo imágenes del telediario que acabo de ver...y es como pasar de un mundo hueco, de escaparate, de ficción, de mentiras y de puro show a la tranquilidad y el silencio de lo cotidiano. Gente que no se ve, que no hace ruido...y que probablemente nadie echaría de menos...
Gracias por recordarme que si perdemos la sensibilidad para mirar a nuestro alrededor...¡estamos perdidos!. La factura, como siempre, impecable.
Besos.
Paloma

Camille Stein dijo...

esta sencillez diaria hace reconocible la vida... es reconfortante saber y sentir que esta 'normalidad' permanece inalterable, a pesar del estruendo, de las tormentas, de los escándalos, del afán de notoriedad...

... bello texto, Isabel

un beso

Le Mosquito dijo...

Buenos días.

:)

Sí.

Ligia dijo...

Es la gente corriente de la que más historias seguramente podríamos conocer y aprender.
Abrazos

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Un placer pasear por este bello blog. Saludos cordiales.

Alfredo dijo...

La gente de verdad contrapuesto a los artificios montados por quienes nos venden un modelo de sociedad completamente irreal. Por suerte yo también conozco en mi barrio gente así.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Es uno más de nosotros, otro más de esa gente corriente, como nos vemos unos a otros sin saber que llevamos por dentro o en el resto de nuestras vidas que no compartimos con transeuntes o vecinos.

Pero seguramente tiene, como casi todos esa parte especial que no vemos y que es la que, realmente, le individualiza. Especial, ya sea de forma absoluta o relativa para alguien.

Besos.

Isabel dijo...

Tu relato me recordó a mi abuelo perdido. Un abuelo más, alguien muy especial. Besos.

poca luz dijo...

...qué bonito escribes, Isabel. Que bonito lo dices.

Leerte me recordó esta canción de mi querido Pedrito Guerra.

Un fuerte abrazo.

Jesus Dominguez dijo...

Magnífico texto. Es fácil, leyéndolo, que la imagen de algunas personas asomen a nuestros pensamientos.

Un saludo

Jesús Domínguez

Sandra dijo...

Mnnnnn... ese aroma a sencillez y cotidianeidad...agradablemente percibido en tu descripción...

...restos de dulzura olvidados en un cajón...

Un abrazo, un placer volver a pasear...por el sentido que las palabras desprendn..