Manuscrito inacabado

Si tuviera que imaginar algo que representara mi vida, seguramente, sería algo parecido a un cuaderno manuscrito en azul, lleno de tachaduras,pocas correcciones y algo caótico.

Tendría la apariencia de un diario,aunque no tendría fechas, porque he aprendido que todos los días valen lo mismo;nunca visitaría la imprenta y, por supuesto, ni siquiera sería leído.

Si lo abriera por cualquiera de sus páginas podrían encontrarse muchas de las frases y textos que me hicieron reflexionar de manera especial en algún momento de mi vida y de los que siempre aprendí algo; no guardaría entre ellas pequeñas flores, pero estaría lleno de mis más firmes valores: el amor, la sinceridad y la fidelidad hacia lo que me importa.

Sería como un libro, por siempre, inacabado; tan incompleto como incompleta siento mi vida, siempre deseando poder ser continuado, porque nunca sería abandonado a propósito.
Estaría lleno de pausas, de largos silencios de desencuentro y hastío, reiniciado siempre, a destiempo, con palabras más sabias y sentidas.

Este pequeño libro pasaría inadvertido entre apuntes, esbozos y fragmentos; sería como ese viejo cuaderno de anotaciones juveniles que, seguramente, nunca se tiene necesidad de volver a recordar.
Algo, sin demasiada importancia, que acabará pasando incompletamente desapercibido.