4 de abril de 2008

Renovarse o morir

Hace unos meses me dediqué a podar a fondo unas madreselvas que tengo, no son muchas, pero estaban demasiado crecidas y estropeadas.
Prácticamente sólo quedaron unos retorcidos y, aparentemente,secos troncos; su nuevo aspecto era un poco desolador.
No había vuelto a verlas hasta ayer, y su visión me produjo una sensación interna de alegría, esperanza…
Todas habían brotado y estaban verdes, renovadas y llenas de pequeños brotes nuevos que crecerán con fuerza durante esta estación.

En ocasiones somos nosotros los que perdemos la magnífica ocasión de “podarnos” un poco, bien por miedo o por ignorancia;así olvidamos desembarazarnos de todo lo que se nos haya quedado obsoleto e inútil.

En una gran mayoría de ocasiones aligerar o eliminar lo que nos sobra significa, contrariamente, ser capaces de crecer más y mejor.

La naturaleza suele ser agradecida y sabe corresponder a sus cuidados, no sé por qué razón nosotros, en cambio, nos atrincheramos en nuestras viejas convicciones y nunca estamos dispuestos a renovarnos, ni siquiera a “desbrozar” un poco nuestros anquilosados pensamientos ni nuestras más arraigadas costumbres; parece que sin eso no fuéramos nadie..

Nos aferramos a nuestros troncos sin darnos cuenta que para que crezcan nuestras raíces debemos eliminar todas esas ramas inútiles que nos pesan demasiado y están evitando que lleguemos a ser mas fuertes y que nos sintamos renovados.

Cuestión, por lo general, siempre necesaria, bien sea por dentro o por fuera, y que repercute directamente en nuestra propia satisfacción y autoestima.
Creo que si fuéramos más conscientes de esto siempre estaríamos a tiempo de hacer algo por nosotros mismos.


Esta reflexión, querida amiga Mª Valle, te la dedico hoy especialmente.
Ambas sabemos el porqué...


8 comentarios:

  1. Anónimo5/4/08, 6:38

    Que bueno eso de podar-se... muy buena metafora, sacar las hojas muertas, lo inutil, renovarse, estoy absolutamente de acuerdo, el punto crucial... no olvidarlo!
    la saluda,
    La U.
    Pd: espero me permita tener estas palabras mutuas en mis links.

    ResponderEliminar
  2. Curioso. Similar episodio comenté con una amiga el otro dia.
    Bsos.

    ResponderEliminar
  3. Esta es una de las cosas que tengo pendiente en esta primavera que se inicia. Tengo una rama muy pesada que siento me esta doblando la autoestima. Aunque no espero un retoño nuevo de ella, el alivio de su carga será suficiente.
    Que tengas un buen fin de semana. Besos.

    ResponderEliminar
  4. yo he podado 2 plantas de rosal que tenía en el balcón...espero se renueven con la primavera,como tus madreselvas.Me ha gustado la metafora aplicada a nosotros mism@s.
    un saludo

    ResponderEliminar
  5. Que acertada alegoría...El Árbol de la Vida.

    ¿Y qué hacer, como en mi caso, cuando uno no es buen jardinero y nota que las raíces no le anclan al lugar donde está?

    Leerte me proporciona esa savia tan necesaria para evitar marchitarme.

    Besos de clorofila

    ResponderEliminar
  6. Todos solemos decir que "no soy perfecto" pero muy pocos capaces de analizar su imperfección y corregir esos defectos mediante esa poda...

    No es fácil, pero como bien dices, es necesario

    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Yo creo que no he acabado de encontrar las tijeras adecuadas para esa poda tan necesaria. A ver si las encuentro pronto!
    un beso

    ResponderEliminar

Tus palabras me importan.
Gracias por compartirlas.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.