Aprendiendo...

Siento que cada mañana me despierto esperándolo todo y cada noche comprendo que no he luchado por casi nada.
Siento que cada día vivido es un camino emprendido y mi única meta.
Entiendo que hablo más de lo debido y que no todos comprenden cuando callo.
He aprendido que las cosas más sencillas son las más difíciles de valorar.
También aprendí que tengo diversión asegurada, porque soy capaz de reírme de mí misma.
En muchas ocasiones escuché idiomas distintos que no pude entender, aunque sí comprendí que los gestos más universales son el abrazo y la sonrisa.

Aprendí también que no obtener recompensas no me ha impedido seguir creciendo.
He comprendido que nadie me otorga permiso para ser como soy y ser feliz.
También he aprendido que las cosas nunca son iguales después de comprenderlas.
Que los límites no son fáciles de aceptar.
Que los excesos siempre me restan y para sumar siempre se necesita, por lo menos, uno más.

He aprendido que mirar al futuro distrae mi presente y detenerme en el pasado no lo hace cambiar.
Me he dado cuenta que la sinceridad es una perla que se encuentra en lo más profundo.
Y he llegado, al fin, a comprender que soy capaz de aprender mucho más cuando reconozco que nunca se aprende lo suficiente.

Imagen:Ryodark