Quién soy yo
sino esta sangre cautiva
que llevo dentro.
Soy este cansado
latido que escucho
en cada silencio.
Soy la extraña que
me guía cada vez
que no me encuentro.
Soy estas manos vacías
y su futuro
imperfecto.
Soy mi lengua
que bien sabe
el sabor de
lo que pienso.
Y seré…
Seré mi ausencia
desde el día que haya
muerto.
Imagen: misal
Intérprete: Michael Hoppe - Farewell
A menudo las ausencias ocupan un espacio mucho mayor que el que ocupan los cuerpos. Por suerte o por desgracia, el recuerdo es siempre más poderoso y más real que nosotros mismos.
ResponderEliminarPrecioso poema Isabel.
Besos.
Por ahora, eres presencia, y además total, con los poemas que escribes. Abrazos
ResponderEliminarWow!!! Querida Isabel, esto se avisa...
ResponderEliminarEres...y seguirás siendo, porque lo mas profundo del ser nunca muere, solo cambia su forma y como lo apreciamos o percibimos con nuestros (humanos) sentidos limitados.
Mas allá seguirás siendo...tú.
Besos.
Paloma
Hermoso poema y estupendo acompañamiento musical.
ResponderEliminarNunca serás ausencia si hay un recuerdo.
ResponderEliminarSiempres serás mientras yo sea, siempre serás, lo sé, es cierto.
Besos hermanita.
somos incluso la presentida ausencia...
ResponderEliminarexquisito poema, Isabel
un beso
.. yo espero que falte mucho para eso.. :-)
ResponderEliminar.. besos, amiga..
puedo sentir esa ausencia.....en cada punto, en cada coma, en cada punto suspensivo....en esas notas de adios y ausencia....
ResponderEliminarEres historia y recuerdos, belleza generosa, dulzura y sonrisas... lágrimas y dolor, sueños e ilusiones... eres tú, eres mucho
ResponderEliminarUn beso