7 de junio de 2010

Mio - Cardio

“ Homo homini lupus”
(Thomas Hobbes)


Siento las frías manos de la noche deslizarse sobre mi espalda.
Entonces pienso en todos los pertinaces lobos que salen de sus guaridas para acechar, una y otra vez, mi vida.
Mi corazón, inocente cordero, no sabe aullar a la luna porque no pertenece a la manada.

No soy como ellos. Nunca lo seré...

Mi pecho presiente la jauría cercana, hambrienta y salvaje, en busca de una presa.
Merodean sobre mi corazón caliente porque aún desprende olor a vida.

Late, corazón, late….
Antes de ser devorado por esas abominables fieras.

Imagen: h.koppdelaney

10 comentarios:

  1. Hermosas y tristes palabras.
    Expresan superación ante los depredadores que tratan de arrancar la vida...pero ese corazón late y late...
    aunque al final el tiempo devore ese corazón...el espíritu es capaz de volar libre.
    Abrazos!!!

    ResponderEliminar
  2. Cada cuerpo humano está poblado de lobos fieros y hambrientos dispuestos a avalanzarse sobre ese órgano que lucha denodadamente por salvarse de las fieras...
    Impactante y hermosso.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. El lobo si devora un corazón es por pura necesidad de alimentarse, el hombre, en cambio, no lo necesita, y cuando lo hace, las más de las veces es porque le falta la sensibilidad necesaria para saber que eso causa daño. No buscamos alimentarnos, es simplemente que no nos importa hacer daño.

    Un beso, y sigue protegiendo ese corazón.

    ResponderEliminar
  4. Vive vida, disfruta, nunca podrá ser arrebatado un corazón que vive, ama....no su esencia.... querrán devorarla pero esa nunca la tendrán, perdurará con nosotros eternamente....

    un beso Isabel,

    ResponderEliminar
  5. Espero que los latidos del corazón ahuyenten a las abominables fieras. Abrazos

    ResponderEliminar
  6. me dejaste con el corazón de cordero jejeje. encojido y acongojado.
    besos.

    ResponderEliminar
  7. que sí, que lata; que mientras late hay vida y mientras hay vida hay esperanza.

    Un abrazo
    Enrique Rojas

    ResponderEliminar
  8. ¿Y que otra cosa puede hacer sino latir, sea cual sea el final? Tristeza y resignación ante un futuro inmediato poco halagüeño.

    Bss

    ResponderEliminar
  9. ¿El hombre un lobo para el hombre? Sí, es cierto. Un lobo nunca se comportaría con los miembros de su manada de la forma que lo hacemos los hombres.

    Y mientras el corazón sepa diferencias entre el bien y el mal, su latido será siempre humano, pero la línea entre uno y otro es tan débil...

    A veces me gustaría aullar como un lobo, buscando a la manada, al amigo, al compañero...

    Besos a miles.

    Candela

    ResponderEliminar
  10. Tal vez sólo has de cambiar de dirección, mas... ¿cómo se hace eso en la vida real???

    Nunca será tarde mientras tu corazón siga latiendo

    Un beso

    ResponderEliminar

Tus palabras me importan.
Gracias por compartirlas.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.