17 de diciembre de 2006

Amor




De nuevo toqué el amor; lo encontré perdido y lo guardé en mis bolsillos.
Se mantuvo quieto mientras guardaba sus secretos, pero a cada paso se prendía con la sinceridad de mis manos.

No quedó sitio para guardar más futuro, porque de tan inquieto se me escapó con los días.
Ni llego a pensarlo ya, mientras siento que arden mis ropas, empapadas del fuego incendiario que prendieron mis manos al tocarlo.

Sin antídoto, lo lanzo fuera.
Me quema, te quemo.

Mis ardientes manos, ya arrasadas, se llenan de un amor crepuscular que sigue incandescente,y que va prendiendo también todo lo que toco...

No hay comentarios: