Son tantas las novedades que salen a la luz, tantas las noticias diarias que nos resultan impactantes, tanta la velocidad de los nuevos descubrimientos, que estamos perdiendo la capacidad de sorprendernos.
Ya casi nada nos causa sorpresa, es como si el acto de sorprendernos fuera, ya, tan rutinario que pareciera algo sobradamente esperado.
Apenas unos pocos acontecimientos nos provocan admiración; es tanta la velocidad con la que caminan los adelantos que, acaso, nuestra curiosidad nos dura, apenas, unas pocas semanas.
¿Qué tiene que suceder para que algo nos estremezca, nos maraville, nos sorprenda, en realidad?
En muchas ocasiones hemos dicho frases como “ver una tortuga o un burro volando”, sobre todo cuando nos referimos a algún acontecimiento extraño que nos sorprende; sin embargo todo es pura metáfora.
Evidentemente, nadie ha visto algo parecido, pero yo sigo creyendo en la capacidad que tiene el ser humano para hacer grandes esas cosas que suelen pasarnos desapercibidas.
Esas cosas que no salen en la prensa, que nadie las ve en televisión, que no circulan de boca en boca.
Estoy convencida que si todos hacemos un poco de memoria encontraremos muchas de esas cosas sorprendentes en nuestro día a día.
Cosas que nos hicieron sonreír, que nos emocionaron y nos provocaron admiración.
Al fin y al cabo, nos sorprendieron gratamente; y es que la rutina no suele ser causa de sorpresa, sino todo lo contrario.
La sorpresa siempre está de estreno y, podemos sentirnos afortunados si estamos atentos ante tan inesperada visita.
Pero,¿qué cosas son capaces de sorprendernos positivamente?...
Confieso que hay dos cosas que, por lo menos a mí, me siguen provocando sorpresa y admiración, tal y como evoluciona la sociedad,son el optimismo y el altruismo.
Por mucho que avance la ciencia existen pocas cosas que tengan un efecto tan alentador y sorprendente como las anteriormente citadas.
Creo, por fortuna,que todavía siguen existiendo personas que, discretamente, hacen gala de ellas.
Por lo tanto, según mi humilde opinión, lo que más me sorprende cada día sigue siendo el ser humano.
Por más que lo pienso no encuentro nada,aún, que lo supere...
5 comentarios:
.. al principio de leer este post pensé en los políticos que vuelan mucho de una parte a otra, pero era un chiste malo.. :-) así que descarté seguir por ese camino.. lo cierto es que hay una ríqueza increíble en el ser humano y cada día puede sorprendernos algún reflejo de la riqueza que lleva dentro cualquier persona que encontramos cotidianamente.. a mi me sorprende mucho la riqueza interior de las personas, esa que muchas veces está velada y se guarda celosamente.. y la capacidad de amar.. esa me derrumba.. ;-)
.. un besito y un buen finde amiga Isabel..
Thoti,¿verdad que las cosas más sorprendentes apenas podemos verlas con nuestros propios ojos?Un besazo,amigo;feliz descanso.:-)
Curiosamente, a raiz del secuestro de una médico y su ayudante en Somalia, no hace muchos días, me enteré de la gran cantidad de persosas que de una manera total o parcial, se dedican de una forma casi totalmente altruista, a la ayuda a los demás...
Curiosamente, son esas personas, las que suelen ser más felices, pues su trabajo, suele ser mucho más recompensado que el nuestro, pues sólo percibimos dinero...
Siempre con la sensibilidad aflorando el sonrisa Isabel...
Un beso
Te leo y sonrío, Isabel. Creo que con eso ya está dicho todo lo que te quiero decir al hilo de esta reflexión tuya.
:)
(Me encanta esta música).
La sorpresa siempre está de estreno
Pues a mi me ha sorprendido esta frase, y me la quedo. Me la quedo para compartir e intentar animar como a mi me ha animado.
El viernes parto hacia "mi trocito de sur". Allí he sido sorprendido, más de una vez (y no pierdo el interés) por bandadas de cigüeñas cruzando El Estrecho.
"Eso sí que es una chirigota"
:)
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