8 de enero de 2009

Albores

Hay amaneceres rosados, en los que el frío se convierte en un gélido e intermitente vaho que se exhala.
La hierba, casi acristalada, permanece helada ante los primeros rayos de sol, mientras el canto de los madrugadores pájaros se comienza a escuchar.
Son los amaneceres del invierno, de este recién estrenado Enero.

Siempre invitándonos a taparnos hasta las orejas, a remolonear en la cama un poco más, a no desear que amanezca tan rápido, a imaginar que ya es fin de semana...
Incitándonos a tanta desgana matutina que acabamos por olvidar toda la belleza que alberga el frío amanecer de un día cualquiera de invierno.

Imagen:Curri-chan


4 comentarios:

Unknown dijo...

siempre es un placer merodear sus palabras, en este lado del continente enero nos encuentra en verano, pero los bellos amaneceres no saben de estaciones...
un abrazo uniko!
La U.

josef dijo...

Bonitos amaneceres, no aptos para sufrirlos a la intemperie..Bellas palabras. la música celestial...

Isabel dijo...

Unika,es verdad que los amaneceres siempre son hermosos porque el sol sale para todos,amiga...Gracias y un gran abrazo. :-)

José,la verdad es que en esta època no es agradable estar a la intemperie,especialmente cuando las temperaturas son extremas, pero por la mañana estamos tan "adormilados" aún que apenas nos damos cuenta de toda la belleza que nos rodea; y justamente eso mismo debería alegrarnos un poco más el día.Un fuerte abrazo y gracias por tus palabras.:-)

Unknown dijo...

La verdad Isabel, es que los amaneceres merecen siempre la pena, cuando sales a la calle y los percibes y recibes en la cara el aire fresco de la mañana una se siente feliz y dichosa de haber realizado ese pequeño esfuerzo de levantarse y sentir nuevamente que estas viva y con ganas de sentir todo lo que la vida nos pueda deparar.

Y chapó la música a mi hijo que estaba cenando le ha encantado y a tomado nota.

Te voy a pedir un favor que si no puedes hacerlo lo entenderé y nada es que me gustaría poner música en el blog, y no logro hacerlo, dame alguna dirección a laque me pueda dirigir.

Un beso