17 de enero de 2007

Por eso pesa tanto...


A veces, cuando abro mi bolso en busca de lo que necesito me encuentro con dos o tres esperanzas que se me olvidaron dentro, algún beso que me gustó tanto que lo quise llevar siempre conmigo; entre los pañuelos de papel siempre conservo algunas lágrimas, para que me recuerden que todo puede cambiar en un momento.

El otro día me encontré una sonrisa por la calle que alguien perdería y se me ocurrió guardarla también, por si algún día yo pudiera necesitarla y no tuviera. Siempre tuve suerte con lo que me encontré...

Entre la barra de labios, el perfume, el espejo y las buenas intenciones apenas puedo llegar al fondo, que es donde siempre están las llaves y la desesperación.
A ésta última he decidido sacarla del fondo y tirarla, porque ocupa demasiado espacio útil y sin embargo nunca me sirve para nada...

Me gusta llevar algún bolígrafo y una agenda, por si tengo algún día estúpido; lo anoto y así después puedo tacharlo en el calendario.

Mi cartera suele ir siempre llena de números de teléfono, tarjetas, anotaciones en pequeños papeles, direcciones,fotografías..., pero siempre de personas queridas.

Puedo perder mi bolso algún día y no me importaría; puedo perderlo todo,todo menos a los que quiero, a mis amigos;porque a ellos los llevo siempre bien guardados dentro de mi alma.

5 comentarios:

El detective amaestrado dijo...

Una de las grandes desventajas de ser hombre: no tenemos una caja de pandora portátil como la vuestra, a la que llamáis bolso

Hanna dijo...

Perdona que contrarié el detective pero, gracias a Dios que ya hay hombres a usar “bolsas” y no le queda nada mal. Por el contrario, me agrada la idea.

Besitos.

Anónimo dijo...

Hay bolsos grandes y pequeños, de vivos colores y tristes, de lujo y de mercadillo... pero no todo el mundo saben llenarlo tan sabiamente...

Candelas Sanchez Hormigos dijo...

Para ti, por si un día ell bolso desaparece, y algún que otro amigo pierde el camino.

Caja de música

Odette Alonso (Santiago de Cuba 1964

Alza la tapa.
Escucha.
La música será como un alivio
como un bálsamo azul
como un portazo y luego este silencio.
Los amigos se fueron
perdieron el camino y los recuerdos.
Sólo queda esa música.
Alza la tapa y oye.
Piensa que ellos han vuelto y empujarán la puerta
que traen los rones viejos y la inconformidad
que bailarán de nuevo aquella melodía
aunque no sea igual
aunque no lleguen nunca
aunque alces la tapa y no suene la música.

Isabel dijo...

Sr.Detective,los hombres saben superar esas pequeñas "desventajas" a base de bolsillos.
Os sientan genial los maletines,por cierto. ;-)
Gracias por investigar en mi casa...

Hanna,la utilidad siempre está por encima de los prejuicios.Me alegra volver a verte por aqui...Besos


Buho,lo mejor es llenarlos con ilusión y cariño; eso es apto para todos los bolsos, bolsillos y amigos. ;-)
Besotes.

Candela,espero que ninguna de esas circunstancias ocurra,pero si así fuera,tu recurso es una delicia.
Lo guardaré en un bolsillo cerca del corazón.Un besazo.