3 de junio de 2007

Pequeñas certezas

A veces, perdónenme, olvido que hay que reírse mucho más y que las caricias son tan necesarias cada día…
A veces, el tiempo perdido se puede recuperar con una simple decisión…
A veces un sólo día da para sentir tanto amor y alegría como deseemos entregar…
A veces me olvido…
Sí, perdónenme que lo haga; porque cuando olvido todas estas cosas -no sé cómo pude ser capaz de olvidarlas -me siento la más perdida de todas las personas…

Por suerte, me queda todavía capacidad para recordar lo poco, pero tan importante, que he aprendido…
Que nunca se pierde tanto como cuando perdemos la alegría, ni nunca ganamos tanto como cuando ganamos el cariño de quien nos ama.
Lo demás - la salud, el dinero, los placeres, las medicinas, el perdón, tantas cosas…- son simplemente un amable préstamo.
Sólo nos pertenecen la alegría y el amor; al fin y al cabo, es lo único que podemos llevarnos...
Para mí es suficiente.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Si empieza uno con certezas acabará con dudas; pero si se conforma en comenzar con dudas, conseguirá terminar con certezas...

ahhh dijo...

(muy sabias las palabras de Itoitz!)
Lo tuyo son grandes certezas, nada de pequeñas.Así, todas las dudas que puedas tener, son sólo acicates para ir descubriendo poco a poco nuevas certezas.
Yo desconfio de las personas cuya vida está basada en certezas absolutas, y me reafirman en mis dudas.

Pero que nunca nos falte el cariño, de eso no podemos prescindir ni dudar...

un beso

thoti dijo...

.. bienvenida a casa :-).. y no te preocupes por nada, somos humanos y cuando algo nos falta un poquito, entonces es cuando aprendemos mejor a conocer su verdadero valor..
.. alegría y amor para ti amiga, Isabel..

JuanMa dijo...

Todos tenemos malos momentos. Lo importante es ser capaz de levantarnos y estar alertas para darnos la oportunidad de tenerlos también buenos.

Mucha alegría, Isabel, y todo el amor.

Besos

poca luz dijo...

...la vida es enormemente bella (y se que lo sabes porque siempre me ha parecido que derrochas vitalidad).

Una canción, una mano amiga, alguien que nos recuerde que "pese a todo" o "gracias a" somos seres capaces de AMAR por encima de todas las cosas.

Un abrazo.

Anca Balaj dijo...

Yo no sé si nos pertenecen éstas tampoco, puede que no nos pertenezca nada en este mundo, por eso hay que estar agradecidos por todo lo bueno que la mayoría de nosotros tenemos en abundancia.

Un beso

JAL dijo...

Hombre, la salud, más que un préstamo, podría ser una hipoteca

Eduardo (ejmv) dijo...

Reírse... Caricias... La decisión correcta... Entregar amor...

Son los premios que recibes entre rondas de este campeonato.

Olvido... Recurdos... Aprendizaje...

Creo que es parte del entrenamiento.

Creo, como dijo Itoitz, que es cuestión de superar este juego de "sube y baja", viviendo los descensos con la tranquilidad de (en algún momento, de la mano de un gesto, o incluso por el simple cambio de actitud) hallar el camino para remontarnos a nosotros mismos.

Esos dolores, que parecen eternos, agotadores, agónicos, al refrescarse tu espíritu te permitirán parir una hermosa criatura, tuya, para tí, para compartir y gozar con ello, plena de todas esas virtudes que mientras se ausentaron te tuvieron a oscuras.

Queda mantener viva esa ilusión, de llegar al momento de repuntar, y aobrevivir peleando a capa y espada para arribar íntegros.

Una vez liberados ... A disfrutar !!! De la mejor y más enloquecida manera.
A repartir los dones, que es lo único que los multiplica.
A revivir lo perdido con la vitalidad en ristre.
Y a cargar las baterías, que nadie garantiza cuánto duran estas estaciones y, como la cigarra cantora, o la hormiga metódica, cada uno de nosotros ha de hallar los ritmos que hacen desu vida algo de lo que estar agradecido.

Si hoy nieva, y no consigues disfrutar de la nieve, imagina lo hermoso que ha de ser recordar este momento cuando te acaricie un fuego, o sientas al sol lamer la piel sólo para tu disfrute.

Mientras, a patear nieve, a empujones. Quién ha de criticar que hoy no te agrade.

No creo que haya qué disculpar. Sería necio criticarte. Y pobre de espíritu no comprenderte.

A levantarse.

El búho rojo dijo...

Creo que todo se ha dicho... pero ¿quien no ha olvidado alguna vez ser feliz???

Lo importante, es acordarse a tiempo...

Gwynette dijo...

Y aqui estamos para lo que tu decidas, si tú estás triste te acompaños..que estás alegre, también!..faltaría más !!

Cariños de alcachofa para ti

Anónimo dijo...

pero... "no dejes que te receten alegría como quien ordena una temporada de antibióticos o cucharadas de agua de mar a estómago vacío. Si dejas que te traten tu tristeza como una perversión, o en el mejor de los casos como una enfermedad, estás perdida: además de estar triste te sentirás culpable. Y no tienes la culpa de estar triste. ¿No es normal sentir dolor cuando te cortas? ¿No arde la piel si te dan un latigazo? Pues así mismo, la vaga sucesión de los hechos que acontecen (o los que no pasan) crean un fondo de melancolía..."

TRATADO DE CULINARIA PARA MUJERES TRISTES (Héctor Abad Faciolince)

La tristeza es necesaria de vez en cuando, siempre que esté de tu lado, y no se convierta en tu enemiga.

Un beso grande, guapa

Lorena dijo...

Echaba de menos leerte y sentir esa magia que tienes en tus palabras. Sólo nos pertenece el amor y la alegría...desgraciadamente, olvidamos, demasiadas veces, todo lo que tenemos, por ambicionar más...aunque no sé si mejor. Un gran beso!