Cuando escucho la música en tus labios, mi piel aún se eriza mientras se deja tocar con tu lento compás a través de mi cuerpo.
Apenas la tibia luz nos envuelve, las notas de esta canción siguen sonando como la primera vez que juntos la cantamos.
Ni el tiempo ha podido ensordecer su cadencioso ritmo.
Dos voces, al unísono, cantan; pero sólo el eco de los años sabe cómo se afina esta melodía.
3 comentarios:
y no hay mas hermoso seguro
besos!
un duo que sin duda hará música celestial....
.. a veces se necesita tener al tiempo como aliado para afinar así de bien :-)
.. besos amiga Isabel..
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