Con un suave y fresco tacto, me inundas de aroma campestre; mis ojos se cierran mientras voy, sin pecado, mordiendo tu fruto prohibido.
Segregas un dulce néctar,de cremoso sentimiento, que me llena de reminiscencias de rojos atardeceres y blancas albas.
Redondo recipiente de sidra y espuma, irregular esfera que, femeninamente,te enfundas con tu delgado vestido de tonos verdes y amarillos, pardos y rojos.
Tan sensual, madura y entallada que siento la lujuriosa necesidad de morderte poco a poco, prestando mis labios a tu entregada presencia.
Sé que acabarás sacrificándote ante mi impetuosidad, para que fructifique mi cálida y callada boca, sembrando con tus semillas mi natural vocabulario.
Y así, de esta sutil manera, nacerán con un sabor nuevo mis palabras.
8 comentarios:
.. !me han entrado ganas de comerme una manzana., Isabel!. ¿será la tentación?.. :-)
.. muy bonito y sensual texto.. es alucinante la cantidad de matices, aromas y colores, que podemos expresar con las palabras..
.. con las mías te mando un beso de amigo..
.. ¡salud!..
muy rojas.
así me gustan las manzanas que incitan a pecar :))
Besazo Isabel
Nunca comer una manzana supuso tanta alegría.
¡Que hambre! Y más a estas horas.
Un besito
mmmmmmmmm que bonito!!! y que fresco!! y ahora me comeria una....MANZANA ROJA FRESQUITA!
Besote
Y pensar que no me gustan las manzanas y con tus palabras hasta pensé en que les podía dar una sgeunda oportunidad y probarlas nuevamente!
Eso es comerse una manzana con todos los sentidos, si señor.
Saludos y gracias.
apoyo con toda mi alma tanto caer en general en las tentaciones como hacer nacer palabras fiertes y sentidas de esos deseos y de esas cídas
te beso
santi
:-)
...y yo sin manzanas en casa...cachiiiissss!!!!!!
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