Ella se levanto al finalizar la misa por el alma de su padre, de cuerpo presente; entonces quiso decir a los presentes unas palabras…
- Mi padre nos enseñó que las cosas siempre hay que intentar hacerlas bien, y no estaría bien nada de esto si no lo terminase tal como creo que debería ser, dando las gracias por tantas cosas como debo darlas.- dijo.
Entonces, con un nudo en la garganta y una entereza envidiable, fue agradeciendo a su familia y amigos el apoyo en los momentos duros vividos en el hospital, mientras permanecieron en Cuidados Intensivos; agradeció la compañía que recibieron en su casa mientras su padre pensaba que mejoraría y volvería a caminar poco a poco.
También agradeció la educación y la fe que le regalaron sus padres para poder hacer frente a todo; y a su padre,mirando al féretro especialmente, todo lo que le había enseñado para llegar a ser la persona que hoy era .
Después,cuando terminó su pequeña y sentida locución, volvió al lado de su madre, que la escuchaba emocionada con aparente serenidad y se sentó junto a ella tomándola por el brazo.
No había luto en sus vestimentas, el llanto era interno, los rostros cansados y la esperanza seguía asomada a flor de piel, confiada y sin truncarse, porque aún lo sentían vivo.
Serenos, convencidos y apoyados en su fe.
Pero yo,con mi fe perdida , de repente, sentí la suya como fuertes columnas que soportaban todo el peso de la fortaleza humana; mientras que la mía rodaba por el suelo, entre las ruinas de otros sepulcros blanqueados…
4 comentarios:
.. blancos por fuera y podridos por dentro.. hipocresía de la que debemos cuidarnos..
.. ¿quién podría apoyarse sobre una madera podrida?..
.. abrazos, Isabel..
Hay fuerza sin fe y fe sin fuerza.
Te deseo fuerza. Sobre la fe, decide tú...
Besos, Amiga. Me has hecho pensar.
Lo verdaderamente importante es lo que surge de nuestra última verdad.
La fe en las personas, en los amigos, en la familia y en que todo tiene un sentido es la verdadera fe en......¡llámalo como quieras!
Y yo me pregunto, ¿por qué perdemos la fe?, ¿qué es lo que nos hace descreídos? ¿En qué recodo del camino se nos perdió?
Un beso, amiga
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