5 de diciembre de 2007

Sin dilaciones

Desde hace bastantes años tengo un vecino extraño que siempre protesta por todo, pero nunca se implica en nada.

Todavía, a veces, intento adivinar la razón por la cual deja de saludar.
En ocasiones habla, en otras elude.
El otro día conocí a su primer nieto.

Al poco tiempo coincidimos en el ascensor.
Él,gesto serio y cabizbajo,yo tranquila; mientras subíamos, ambos en silencio, aproveché y le dije:
- hace poco conocí a su nieto; no sabía que tuviese uno
ya. -

En ese momento, levantó la cabeza, se le iluminó la cara y, sonriendo con orgullo, me dijo:
- sí, y ya va a cumplir los once meses…-

Después, con un semblante,de repente, preocupado y triste dijo:
-¡Es que ya nos estamos haciendo viejos…! -

Asintió, reflexivamente, con la cabeza su última frase, pero se quedó de nuevo en silencio mucho más cabizbajo aún y luego salió del ascensor sin despedirse.

8 comentarios:

MªValle dijo...

A mi me pasa algo parecido con mi vecino y me pasó algo muy similar pero al revés. El abuelo es el que habla y el que me dijo que había tenido una nieta, pero como la hija ni tuge ni muge, me dio vergüenza ir a darle la enhorabuena. A los pocos días me encontré al hombre por la calle y me dijo que no había ido a ver a su nieta...
Vergüenza doble.. :-((
En fin, cosas que pasan y que no deberían pasar.
Otro beso

El búho rojo dijo...

El saber que la prole continúa, que la sangre se perpetúa, es sintoma de alegría y de vejez al mismo tiempo...

Pero así ha de ser y si su nieto le hizo por un momento refrescar su triste vida con una sonrisa extra, eso que TÚ le has regalado...

Del resto... cada uno es cada cual...

thoti dijo...

.. a mi me gustaría, cuando llegue a la tercera edad, estar feliz con la experiencia acumulada y todo lo aprendido y vivido.. y con la lección bien asimilada de disfrutar, con mayor intensidad, cada día que tenga bajo el sol..

.. besos Isabel y feliz puente..

Mandarina azul dijo...

Es la vida, Isabel. Y que todos lleguemos lo mejor posible a ese momento en el que tendremos esa sensación agridulce...

Un beso, Isabel. :)

Isabel dijo...

Valle,es que hay cada vecino que podríamos hacer todo una buena colección de especímenes,jaja.Un beso,amiga.


Pablo,es cierto,cada uno es cada cual, pero la educación es la misma para todos...
Otra cosa es saberla practicar.Un abrazo,con todos mis respetos.;-)

Thoti,esa última frase es perfecta,pero no esperes a que llegue la tercera edad.Hoy es el dia siempre...Un abrazo,joven. ;-)

Mandarina,has elegido el adjetivo perfecto,agridulce;así nos volvemos poco a poco con los años,pero estoy convencida que existen seres especiales que siempre serán muy dulces;así me gustaria mantenerme con los años...Un gran beso,amiga,dulce eso sí. ;-)

Nobska dijo...

Hoy día son muy pocos los que estan dispuestos a conocer a sus vecinos, que lástima no? Ojalá y tuviera una vecina como tú Isabel.
Te abrazo de nuevo y me voy de regreso a mis libros.

Isabel dijo...

El hombre ,por naturaleza, es un ser sociable,no entiendo en qué nos estamos convirtiendo,la verdad.
Que tengas suerte con tus vecinos y tus exámenes,amiga.Ánimo.

LlunA dijo...

tenemos demasiada prisa...todo el día arriba abajo y a quien tenemos al lado ni siquiera lo conocemos...
a veces deberíamos bajar las revoluciones e ir más despacio, vivir más, sentir más.