16 de enero de 2008

Madurez

Siento que mis labios se secan, mi piel se viste de años y mis ojos ya no miran igual.

El dolor avisa su presencia con los gestos, mientras mi voz se ha convertido en una muda cicatriz del recuerdo.

Ahora, veo pasar los días tras el cristal de mi ventana, más cerrada que antaño, cuando el sol entraba a raudales y lo saludaba cantando con la música del alma.

Aún tengo una cita con la vida, pero no sé si todavía me estará esperando.
Tardé demasiado en prepararme...

9 comentarios:

Nobska dijo...

para abrirle las ventanas a todos los colores de la vida, nunca es demasiado tarde, mi querida amiga. Mucho ánimo con este fuerte abrazo que te envío que queda colgando junto un rayito de sol, ahí, frente a tu ventana.

JuanMa dijo...

Claro que te espera, Isabel.

(y, ¿sabes? yo sigo oyendo el canto de tu alma).

Besos

Isabel dijo...

Anna, me encanta el optimismo que derrochas por todos tus poros y palabras,debes ser una mujer que, decididamente, va a por todas.
Gracias,es la palabra que siempre me sale cuando hablo de ti. Un beso y buen día.

Juanma,cuánto tiempo sin leerte por aquí,debes andar ocupado con tanto bueno como tienes,no lo desperdicies eh.Y muchas gracias por agudizar ese oido,amigo.;-)
Un beso.

Enmascarado dijo...

Abre la ventana y asomate al exterior.

Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.

Da un salto y corre a esa cita, seguro que no llegarás tarde.

LoveSick dijo...

La vejez llega poco a poco, por eso no debe asustarnos, sin embargo y como me decía mi madre, es obscena, aunque a mí siempre me ha parecido más obscena la muerte

ROSA dijo...

El tiempo es un concepto que no cabe en este instante, la vida es un momento demasiado largo para tomarlo a la ligera.

Me ha tocado en lo más íntimo.

Isabel dijo...

Enmascarado,qué palabras tan hermosas y alentadoras usas.
Así no me puedo negar,amigo.
Un abrazo y encantada de leerte nuevamente.

Lovesick,es cierto que hay demasiadas citas obscenas a las que estamos obligados a asistir sin desearlo.
Pero intentemos,de todos modos, aprovechar lo que de bueno tengan,que seguro que algo debe quedar aún.Un abrazo.

Rosa,es curioso, vamos avanzando en el tiempo y ,de repente,un buen día,sin saber la razón ,nos damos cuenta que hemos llegado a otra etapa de nuestro camino,dejando atrás lugares a los que nunca más podremos volver.
Un beso,hermana.:-)

Anónimo dijo...

Isabel nunca es tarde para nada; los labios digamos que no se secan sólo están cansados, y, los ojos no miran igual porque aprendieron a llegar a las más recónditas profundidades utilizando el lenguaje de la mirada, ese del que sólo el alma sabe.
Ah! sabes?, cuando salgo de casa acostumbro a cerrar ventanas y así recibirlo dirtectamente ;-)...... bueno guapa, no te canso más, tu prosa-poético-reflexiva me invita

El búho rojo dijo...

Mientras no se llega a la última página, el libro continúa y la historia suele mantener la misma intriga...

La historia de cada una de las vidas de los que, de una u otra manera conocemos, es así de variopinta, pero siempre, siempre la vida nos espera, pues está ahí para eso...

Acompáñala siempre...