Frente a un papel en blanco me invento un mapamundi.
Comienzo un aventurero viaje en mi pequeña nave imaginaria.
Parto desde la cercana orilla de mi continente, hasta irme adentrando en un océano profundo, sereno y atlántico.
Va mi imaginación surcando olas, dejando atrás cien barcos y diferentes destinos. Navego sin novedad, porque la ilusión empuja mi vela y el anhelo sopla a favor.
Mi pequeño cascarón se mantiene firme con la esperanza a bordo; no es fácil hundirme cuando mis pulmones van llenos de oxígeno y mi bodega está cargada de vida.
Voy llegando a la orilla de un puerto de plata y, desde allí, mis latidos van señalando el camino, que empieza a parecerme más corto, cerca ya de mi destino.
Voy despacio, acercándome hasta un punto del mapa que late más fuerte.
Allí,junto a un amigo del alma, mi pequeña nave,de hinchadas y esperanzadas velas, echa el ancla para respirar juntos,porque un mismo aliento impulsa nuestras velas.
Entonces yo, como una paloma mensajera, vuelvo a retornar a mi punto de partida, pero sintiendo que mi corazón y mi intrépido navío se han quedado allí varados para siempre.
5 comentarios:
Tus palabras me llevaron al mar y navegué lejos...para después volver como renovada, diferente....
Un besote
Cuando se llega, se sabe...
Cuando se sabe, no se olvida...
Cuando no se olvida, perdura...
Cuando perdura, es eterno
Un beso
Vientos de risa me llevan,
vientos de risa me atrapan,
aires de vida y esperanza,
mares eternos de almas.
Me ha llevado a muchos destinos.
Un besote hermanita
Tu hermoso post me ha inspirado para crear un poema para Alejandro.
Es un bonito cascarón de nuez.
Gracias.
..no es f�cil hundirse cuando los pulmones van llenos de ox�geno.. y la bodega est� cargada de vida.. :-)
.. besos, Isabel..
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