Hoy no ladran ni los perros,
en esta noche escotada,
como una fría corriente
se desliza entre las sábanas.
Quiero gritar y no puedo,
no escucho a nadie, ni nada;
quiero desembarcar de mi vida
y no hallo puerto ni amarras.
Ni tan siquiera el aire
metiéndose en mis entrañas.
¡Es tan absurdo todo
en este valle de lágrimas!
Porque siempre hicieron trampas
pensar bien no cuesta nada,
mas cuando pienso al contrario,
el mundo se desbarata.
¡Cuánto me cuesta aprenderlo!
Lo imposible no se alcanza;
que la ley es la razón
y el corazón quien me manda.
¡Qué extraña es esta noche
porque no deseo el alba!
Sólo quiero estar conmigo
en la penumbra del alma.
13 comentarios:
Pero el alba siempre llega, Isabel, y yo te dejo aqui mi sonrisa para aliviar tu tristeza
no lo aprendas: lo imposible no existe, pues no usemos esa palabra.
Te mando un abrazo de oso polar desde aquí, amiga. Cuidate.
Lástima que la genialidad de la forma, se empañe con la tristeza del fondo...
Un beso querida amiga
La tristeza sublimada en el poema es bella y dulce, adormece y sobre todo consuela.
La poesía es una dulce y tierna hornada de abrazos.
Un beso.
hola
como estas?
me encanto tu espacio,tiene mucho de mi y de ti...me identifico con tus escritos...
te invito a que conozcas Glamour Performance,espero que disfrutes
saludos eternos
volvere amante d tus escritos
ts
Hola Isabel,
Me quedo con la ultima estrofa, como te entiendo.
Besitos
Son nuestras luces y sombras...
Que te inunde la luz.
Besos!
Qué bien escribís Isabel.
Tenés un don para tocar con las palabras el alma.
.. que encuetre pronto el más bello puerto que hayas soñado..
.. un beso, amiga..
Isabel, te invito a darte una vueltita por
http://misideasnuevas.blogspot.com/
Es un blog que abrí con la idea de ir guardando lo que me conmueve de la blogosfera.
Un abrazo
Umma1= hipolitta (mi alter ego)
La tristeza llega a veces sin más..y sin avisar vuelve a marcharse. Yo a veces creo que la necesito,para encontrarme de nuevo y volver a sonreír con fuerza y continuar!!
Un besote grande!
No se si me equivoco, pero cuántas cosas en común nos convergen. Esa expresión genuina del corazón para una realidad que duele hasta la desesperanza. Pero no es bueno despreciar los amaneceres..
Publicar un comentario