Un par de películas

Las últimas películas que he tenido la suerte de ver no me han dejado indiferente, en absoluto. No son películas de grandes multitudes, ni encierran toda esa parafernalia que conllevan los taquilleros estrenos; sin embargo tienen la facultad de situarnos entre dos culturas muy diferentes a la nuestra.
Aunque después de verlas, se acaba reconociendo que, en cualquier lugar del mundo, los sentimientos de las personas son exactamente los mismos y en nada nos diferencian.
Una de ellas lleva por título “14 kilómetros”; es un docudrama donde se refleja la dureza del viaje clandestino que realizan los miles de inmigrantes subsaharianos, a través de África, hasta llegar a las costas españolas.

Imagino, evidentemente, que esta escenificación debe estar “maquillada” y que la realidad siempre es mucho más dura, pero poder ver este drama, desde el punto de vista del otro, creo que nos ayuda a concienciarnos de distinta manera sobre esta problemática de la que ,en realidad, solo conocemos su triste final, a veces, pero que comienza mucho tiempo atrás.

La otra película se titula “Cometas en el cielo” y es una adaptación de la novela del afgano-americano Khaled Hosseini, el cual abandonó siendo niño su país al que regresaría muchos años después; al igual que el protagonista de su libro...

Imagino que el libro debe ser muy superior a la película, evidentemente; debo reconocer que no lo he leído aún, sin embargo, ya de por sí, la adaptación al cine invita a leerlo y reconocer que, a pesar de la distancia que nos separa de la cultura afgana, las miserias y grandezas del ser humano también acaban por unirnos.
Seguramente algunos de vosotros ya habréis visto las películas que cito, por lo tanto nada nuevo tengo que añadir; pero para los que aún no lo hayáis hecho, bajo mi personal punto de vista, son películas hermosas que merece la pena ver y que, por supuesto, nos acaban aportando mucho más que un simple rato de entretenimiento.


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