17 de octubre de 2008

Cansada de esperar príncipes

Siempre se había imaginado que algún día algún joven guapo,de impecable y deportivo aspecto, llegaría con su moto,la aparcaría frente al aburrido escaparate de la floristería en donde ella trabajaba; se quitaría el casco mientras se arreglaba un poco el pelo y entraría,sin prisas, en la tienda.

A continuación, dirigiéndose directamente hacia ella, con una irresistible sonrisa en los labios, le preguntaría:¿tienes rosas rojas tan bellas como tú?...

Ella, volviendo de nuevo a la realidad, contestó afirmativamente al cliente de turno y empezó a preparárselo con delicadeza, escogiendo las flores más frescas y aromáticas que tenía; mientras, se iba imaginado quién sería la afortunada que recibiría ese hermoso regalo.

Cuando hubo preparado el fragante ramo, el cliente pidió la cuenta, pagó y salió, sin apenas hablar ni darle tiempo de ver cómo se marchaba a través del escaparate.

Sumida en la desidia siguió revisando, durante la larga hora que aún le quedaba hasta el cierre, todos los cubos que tenía con flores, bien organizados por especies y coloridos.
Sin embargo, ese día, al llegar el fin de la jornada cerró la tienda con la misma desilusión de siempre; al fin y al cabo, nadie la esperaba en casa, ni tenía planes especiales.

Casi estaba anocheciendo; lentamente se puso su chaqueta, sacó las llaves del bolso y se agachó para cerrar la persiana metálica que protegía la entrada.
Al levantarse, su corazón dio un vuelco; un desconocido joven, sin parecido alguno al que ella siempre se había imaginado, estaba a su lado con una sonrisa amplia y sincera, ofreciéndole un inesperado ramo de rosas rojas.

En ese momento, tan sorprendida, comenzó a reír y tomando el ramo agradecida pensó -más vale sapo en las manos que príncipe volando- le besó en la mejilla y continuaron juntos charlando calle abajo.

Imagen: Katy Fomina

19 comentarios:

almena dijo...

:)

quien sabe!!

Ligia dijo...

Qué historia tan linda, muchas veces vale más un hombre-sapo que te quiera que un hombre-príncipe que sólo se quiera a sí mismo. Abrazos

thoti dijo...

.. jeje, amiga Isabel.. feliz fin de semana.. croac, croac..

CarmenS dijo...

Seguro que el sapo había aprendido a besar mejor que los príncipes estirados de los cuentos.

Abril dijo...

jajaja muy bueno, me hiciste reir

juan rafael dijo...

¡que imaginación! las mujeres no actúan así, al menos, las que conozco.

Isabel dijo...

Almena,en esta historia loca, que es un guiño para el fin de semana,me permito la licencia de escribir en rosa.:-)Besos.

Ligia,los hay de todas clases,pero yo me quedo con mi sapo jaja. Un besote,amiga.

Thoti,¿ves?,ya me imaginaba yo que tú eras "sapito" también jaja.Un abrazo grande,amigo.

Cecilia y yo me pregunto ¿por qué algunas mujeres siguen creyendo en príncipes? Una pérdida de tiempo;es lo malo de contarnos tantos cuentos.Un beso,amiga.

Gracias Abril,la risa es vital,;ojalá algunos hombres nos hicieran reir más a menudo.En fin,siempre nosotras podemos elegir reír igualmente.

Juan Rafael,¿quién te asegura que ésta no existe?Verás ,más dudas tengo yo de que ese "sapo" aparezca en realidad, jaja;los hombres parecen temer más al ridículo que a un simple "no".
Un abrazo,amigo.;-)
Buen día.

dijo...

Viste? es no esperar y decir BASTA.
Cuando unos menos lo intuye, cuando cree que se pierde en su monótona vida plaf!
todo cambia...
Ojalá que si.
Ojalá.
mil besotes!

Mandarina azul dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mandarina azul dijo...

Huy, huy, huy, ¡qué romántico!
Un desconocido comprando flores a una florista para regalárselas a una mujer. Y más tarde, descubrir la florista que ella es esa mujer.
Qué bonitoooo...
Además, hay sapos que son muy principescos.
:)
Buen fin de semana, Isabel, y un beso.

El búho rojo dijo...

Sabes bien que algunas veces, los príncipes azules no son si no sapos... así pues por que un sapo de verdad no ha de ser mejor que uno disfrazado???

Un beso

Anónimo dijo...

ay! qué bueno!la cosa es que una no elige de quien se enamora, porque más de una estaríamos ya viviendo con un sapo adorable que nos tratara como reinas.
Y sin embargo...

Emig dijo...

Ja, ja, ja, ja....

¿Sabes? creo que nunca he leído algo manteniendo la sonrisa desde casi la primera palabra... Sientiendo esa sensación que a veces nos acompaña en la vida cuando sientes que algo va a ocurrir y forma parte de lo que esperas...

Ché que bonito.

Besos Isabel!

josé lopez romero dijo...

Esto es tan real verdad?, siempre esperando cosas o seres por encima de nuestras limitaciones y al final todo está muy cerca, a ras del suelo, y terminamos dándonos cuenta de ello afortunadamente. Mi afecto.

Isabel dijo...

Rox,queramos o no,todo cambia y lo mejor es adaptarnos a esos cambios; que pases un día excelente y celebres el día de la madre como tú deseas,con los que quieres,amiga.Besos.

Cálida Mandarina, esta es una historia simple y para sonreír ,porque las cosas más "tontas" son, al final, las que encierran los sentimientos más básicos y sinceros.Felíz día para ti también,amiga.

Pablo,es que hay sapos que valen lo que todo un reino,amigo.;-)Buen domingo,besitos.

Emig,una sonrisa,aunque sea liviana,tiene mucho sentido para mí.Gracias.

José,es cierto,aunque no siempre se tiene esa claridad de ideas que nos alegraría tanto la existencia,no creas...
Tal vez lo mejor sea elegir siempre el camino más recto.Un abrazo y una alegría que pases por mi "casa".Un felíz día,amigo.

Isabel dijo...

Troyana,es verdad,pero aunque no sabemos de quien vamos a enamorarnos, al menos conviene aventurarse a conocer a las personas,igual no sea nuestro amor pero podría convertirse en nuestro mejor amigo,¿no? Quién sabe...
Un besote,amiga.

LlunA dijo...

jejeje yo tenía uno de esos sueños...y esperé y esperé...pero es principe nunca llegó....hasta que un día, sin tanto esperar alguien sin aspecto de príncipe cogió mi mano y espero que no la suelte nunca.

Un besote

JuanMa dijo...

¿Quién necesita un príncipe inventado cuando tiene un sapo de verdad?

(Cuando aparco mi moto, no hay nada en el mundo capaz de arreglar mi pelo :P).

Besos.

Isabel dijo...

Rocio,seguro que mereció la pena la espera,amiga.Que dure,sí,y mucho...Besos.

Juanma,pelo rebelde,eh.
¿Sólo eso?jeje.Me temo que no. ;-)
Un abrazo.