6 de diciembre de 2008

Poco en qué creer

Aunque parezca una paradoja, no sé si alguna vez habréis escuchado el silencio del alma, el de nuestro interior más profundo; no sé, incluso, si es algo posible, ya que hay multitud de ocasiones en las que, yo por lo menos, lo necesito desesperadamente…

Muchas veces quisiera descubrir que existe, que es posible, que podemos parar este sonido que nos bulle por dentro; pero, a día de hoy, no he descubierto aún el secreto.

En ocasiones pienso que el estar en paz con uno mismo hace que aparezca ese silencio, pero me temo que aunque he gozado de momentos de paz intensos, nunca he llegado a silenciar completamente esa voz incansable; o por lo menos, yo confieso, no saber acallarla.
Busco el silencio y, sin embargo, estoy llena de ruido interior; por eso últimamente siento que me falta serenidad.
Intento aislarme del exterior, pero me resulta complejo; siento que hay demasiadas grietas por las que se filtran demasiadas cosas, más de las que puedo controlar.

Quiero ser feliz,como todos; a veces pienso que la felicidad debe ser algo parecido a la ignorancia; no saber, no temer, no preocuparte, no responsabilizarte…
Pero después me convenzo que la ignorancia no nos impide sentir.
Por esa misma razón, podríamos ser unos ignorantes, sí; pero igualmente vulnerables a los sentimientos.

El silencio, la felicidad, la fe, la paz interior,la vida...
Tantas cosas que siempre me importaron,¿dónde se encuentran ahora?
Ahora dudo que existan tal y como las imaginaba…
Me he convertido en una escéptica; nunca había dudado tanto como ahora.
Cada día me quedan menos certezas...

Imagen: Naesse

24 comentarios:

PASAJERO dijo...

Isabel, buenos días de este nublado domingo, al menos aquí en Barcelona, donde las nubes no dejan ver el sol que está justo detrás de ellas.

En tu perfil figuran como INTERESES: Usuarios de Blogger a los que les interesa La calidad humana... La verdad... La comunicación... Los sentimientos... Todo lo que brote del conocimiento y del corazón…

Pues bien, permíteme que te dedique unos minutos en consolarte, “si es que lo deseas”, y si por el contrario quieres seguir en esta nebulosa donde la mente parece que te mortifica, y por lo que veo, día tras día, que te sigo, parece que no pones remedio en salir de ella.

Te paso un extracto de una conferencia sobre cómo funciona nuestra mente y nuestro corazón. Al menos esto brota del conocimiento y del corazón, y no de la mente.

MÁS ALLÁ DE TODA DESCRIPCIÓN

“Muchas veces pregunto: “¿Acaso la luz conoce realmente a la oscuridad, y ésta a la luz?”. Es una cuestión muy interesante, porque quizá nos preguntamos si hay algún punto en el que ambas se encuentran. Piensa en ello. ¿Conoce la luz a la oscuridad? Nunca se han encontrado. ¿Pueden hacerlo alguna vez? No lo creo, porque sus naturalezas son fundamentalmente diferentes.

En el mundo del corazón ocurre lo mismo. Hay unos principios que guían y rigen al corazón, y otros que guían y rigen a la mente. ¿Son conscientes el uno de la otra? No lo creo, porque sus naturalezas son totalmente opuestas. Uno depende del sentimiento y de la comprensión. La otra no.

Hay algo en ti que, sólo con leer la descripción de una comida, puede decir que eso está bueno. Pero, por tu naturaleza, realmente sólo podrás decir “¡Mmm, qué bueno!” una vez que la comida haya tocado tu lengua y su aroma haya llegado a tu nariz. Así que a una parte de ti le basta con la descripción. Para la otra parte debe ser algo real; entonces, y sólo entonces, lo acepta. En esa parte de ti que pertenece al mundo de lo real hay algo muy hermoso llamado el corazón. En el mundo del corazón las descripciones no significan nada.

Imagina que has comprado una casa y, mientras la limpias, ves un diamante que brilla en un rincón. Lo recoges, y tu primera reacción es: “Seguro que es falso”. Pero si en ese rincón hay una caja preciosa con un diamante falso dentro, tu primera reacción será: “Seguro que es auténtico”.

¿No sientes curiosidad por saber qué parte de ti rige tu vida? No hay duda de que ambas son parte de ti. ¿Pero cuál es la que toma las decisiones por ti? Es una pregunta muy sencilla, pero tiene unas consecuencias increíblemente profundas.

No me refiero a decisiones como qué comer, qué película ver, qué ropa comprar, o incluso con quién casarte; sino a las decisiones que realmente cuentan para ti. El corazón es incapaz de tomar decisiones en un mundo ilusorio, porque no lo comprende. La mente es totalmente capaz de hacerlo porque sí lo comprende, puesto que lo ha creado ella. “Necesitamos esto, y lo otro, y lo de más allá…”.

La mente ha hecho que la situación del mundo sea confusa. Pero en el mundo del corazón, no hay confusión alguna. Nunca la hubo y nunca la habrá. En el mundo del corazón sólo cuenta una cosa: sentirse satisfecho, encontrar esa alegría, ese sentimiento; no una descripción del sentimiento.

Yo no hablo de dogmas, teorías, descripciones o explicaciones. Se trata de que encuentres la alegría en tu vida. Pero no sólo una vez, sino que esa alegría esté disponible para ti el resto de tu vida. Eso es todo. Si buscas descripciones, explicaciones, reglas o algo en lo que creer, no lo encontrarás aquí, porque éste es el mundo del corazón.

En el mundo del corazón se puede conocer. Conocer, en lugar de tener fe. Avanzar en la claridad, no en la duda. La gente dice: “Si tienes fe se disiparán tus dudas”. Yo digo: “Ten claridad, y eso disipará tus dudas”. ¿Cuál elegir? ¿Fe o claridad? Claridad. No sólo “espero, deseo, rezo”, sino “el siguiente paso lo daré con claridad, y no haciéndome ilusiones”.

La alegría que buscas existe ya en el corazón. Lo único que debes hacer es despertarte a esa posibilidad. Comprender. Sentir. ¿Comprendes quién eres? Eres consciente. Porque eres consciente puedes sentir el infinito. Y cuando lo sientes surge la alegría, la verdadera alegría. No la de “¡Feliz cumpleaños!”, ni la de ser padre o madre, ni la de terminar tus estudios, ni la de encontrar trabajo, sino la alegría que aparece cuando la conciencia siente esa belleza interior. A esa alegría me refiero, a la alegría de sentirse pleno.

Así que, mientras tengas esa conciencia, siente la alegría en tu vida. Así es como somos. Aceptar la claridad en tu corazón. Préstale un poco de atención a ese otro mundo que también forma parte de ti: el mundo del corazón, el mundo de conocer, el mundo de la claridad, de la sencillez. Te garantizo que te sentirás bien. Bien como no se puede describir con palabras. Y luego, da cada paso con claridad, con confianza. Entre todas las cosas que puedes hacer cada día, está también la posibilidad de sentirte plenamente satisfecho.

Prem Rawat”
Un abrazo Isabel

Anca Balaj dijo...

Este silencio es algo muy difícil de obtener, somos muy ruidosos con nosotros mismos. A mi me gustaría, por ejemplo, practicar la meditación, pero no consigo callar mi mente ni por un segundo. Ya sólo me queda usar esas palabras para meditar y llegar al fondo de las cosas, a la paz y eso lo consigo escribiendo para mi.

Si no el silencio, al menos que consigas la paz y algunas medio certezas.

Un beso

thoti dijo...

.. cuando uno se despoja de todas sus certezas, es cuando posiblemente mejor está preparado para poder aceptar la verdad que no es uno mismo.. es complejo.. pero he sentido lo que tú..
.. un fuerte abrazo, amiga..

semifusa dijo...

Isabel, conozco bien ese escepticismo del que hablas. Pero sé también que es pasajero.
Creo que el secreto no está en aislarse del exterior, en ignorarlo, sino todo lo contrario, en llegar a conocerlo bien y, una vez conocido, actuar según los dictados de nuestra conciencia y nuestro corazón.
Y así, aunque el ruidillo de fondo nunca llegue a cesar del todo, se irá mitigando...

Un besazo, Isabel. Y gracias por tus reflexiones. Me identifico a menudo tanto con ellas que me parecen propias.
:)

Gwynette dijo...

Si, es muy complejo.
Yo también necesito aislarme, pero callar, lo que se dice caallar por dentro, no callo.
Me hace grácia cuando me dicen que soy una persona tranquila..no lo soy en absoluto !..me paso la vida buscando un no sé qué, que tiene que ver "con el interior", o con esta cabeza, que no para... quizás cuanta más información tenemos del comportamiento humano, más defraudados estamos, yo siento que no me prepararon para esto...:-)

Creo que me he explicado fatal! ^_^

Un besazo, Isabel

El búho rojo dijo...

Cuando se abandona el miedo, cuando ya no hay nada por que preocuparse, cuando no necesitas retener para tener, cuando sientes lo que eres, cuando eres capaz de aceptar todo lo que es... cuando te das cuenta de qué parte del inmenso puzzle del universo eres... tal vez entonces, se pueda escuchar el silencio del alma...

A veces, querida amiga, nos gusta hacer complicado lo que resulta más sencillo... eso, tal vez sea la vida que conocemos...

Una genial reflexión la que expones... un beso

CarmenS dijo...

Desde este lado de la pantalla, se percibe una turbación que seguramente alguien que esté más cerca de ti podría ayudarte a disipar o, al menos, a entender.
La ignorancia es un antídoto para el desconcierto y la infelicidad, eso dicen, pero no creo que a todo el mundo le gustara, si pudiera, aplicársela.
Ánimo, amiga

Unknown dijo...

Isabel, sólo he conocido esas sensaciones que describes,cuando alguien querido o yo misma estaba enferma, cuando faltaba la posibilidad de seguir viviendo, sino, todo lo demás me parece tan llevadero y tan lindo y tan apasionante, que sólo lo otro limita mi vida y mis creencias y mi fe, y mis ganas de hacerlo bien.

Desgraciadamente esos momentos de falta de salud en los seres queridos o en una misma existen y aún así lucharía por superarlos y no dejarme abatir no por nostalgias, ni falsas esperanzas, pero agarro la vida de manera total, es tan corta, tan breve, y tan linda..

Un beso y aprovecha

Anónimo dijo...

Querida amiga, creo que muchas personas pasan y pasamos momentos de querer estar con nosotros mismos, con nuestros silencios, oir nuestro corazón, sentirnos, y otras, en las que nuestra felicidad rebosa tanto que necesitamos saltar y compartir nuestras felicidad, pero todo ello, al menos para mí, forma parte de lo natural, la vida cambia, las estaciones, las emociones, los sentimientos.... por qué no aceptar también nuestro recogimiento en nuestra vida interior? por qué no aceptarnos? por qué luchar por no sentirnos así? yo creo que eso forma parte del crecimiento interior, es como "cargar nuestras baterias" es como reposar del estrés, de los estímulos exteriores, de lo que nos llega a nuestros sentidos, de la razón, escuchar nuestro corazón, es algo que deberíamos hacer de forma más habitual, no es negativo sentirse así; no, si es sólo para volver a renacer, volver a comenzar, volver a ilusionarse. Es importante sentir la paz interior, pero para crecer y madurar, tenemos que pasar por momentos difíciles y saber que pasarán, aceptar con serenidad los que no podemos cambiar o modificar, pero sobre todo, no torturarnos, querernos más y saber reflexionar, como tú lo estás haciendo. No te exijas tanto amiga, no le exijas al mundo justicia, simplemente, sé tú misma, aceptándote, en mi opinión, la paz se encuentra en nuestro interior cuando aprendemos a perdonarnos, a no exigir de nosotros o de la vida, lo que nuestra razón le impone.
Te envio un gran abrazo amiga, sabes que tqm.
Marga

LlunA dijo...

Hay momentos para todo, etapas diferentes en la vida...La del silencio del alma para mí es una etapa triste...sentir una especie de vacío y sólo oír tus propios pasos..el frío...
Somos vida, estamos llenos de vida y a la vez vivimos...quien pudiera apartar el dolor con tan sólo pasar una página...no es posible..y eso de al mal tiempo buena cara es como ponerle una careta y no darle solución.
y aún con todo eso, lo mejor es no perder la sonrisa, pues tantas cosas malas vivimos, sí, pero cuántas otras llenas de luz!!! La cara y la cruz del alma, de los sentimientos, del camino...
Un besote

manu dijo...

plantearse cosas provoca eso. los cosas claras se oscurecen y todo lo absoluto puede caer en lo ambiguo. está mal??? no.

es sencillo? no
vale la pena? si


cuando se sabe, se observa, se siente. la cantidad de lazos crece y la posibilidad de unirnos se dificulta.


pero la felicidad utópica que podríamos tener...sería magnifica. una felicidad ignorate...no es nada, solo una mentira.

perseguir las dudas, sentirse perdido, tropezar, sentirse gris, días nublados, de calor sofocante, de tristeza...

...para logra respuestas, sentirse vivo, caminar, sentirse pleno, apreciar un paisaje, disfrutar de la briza, reir.


un gran saludo!

Anónimo dijo...

Las certezas solo merecen la pena cuando están salpicadas de alguna que otra duda.
Tú tienes mucho camino andado para la serenidad, que es un estado seguramente mucho más a largo plazo de lo que creemos. Cierto: a veces hay atisbos que nos hacen disfrutar de esa sensación, pero son fugaces. Llegar es un largo camino. Entre tanto, mientras tratamos de callar ese runrún que llevamos por dentro, comprobamos que nos estamos solos en el empeño...
Muchos besos

Fran dijo...

A mí también me pasa que parezco tranquila y tengo un bullir dentro.
Es así. Todos buscamos respuestas.Pero hay personas menos complicadas y personas que piensan más todo.
Yo no paro hasta que no me siento segura, se por donde voy y a dónde. Cómo es mi relación con los demás, como puedo mejorar las cosas... en fín un sinvivir.
Pero comprendo que soy así. Por lo menos creo que últimamente ya se por dónde tengo que ir. Solo me preocupo de ir.

Isabel dijo...

Fernando,claro que acepto tu apoyo en un momento que considero,como tantas otras veces,un proceso de reflexión, de aprendizaje...
Es posible que percibas en mis palabras una nebulosa,claro que sí,a veces la vida nos sitúa en unas circunstancias "opacas", en las que aunque parecezcamos estar perdidos,no estamos rendidos.
Yo siempre he intentado aprender de cada momento vivido,sea el mejor o el peor,sea el que sea;cierto es que cometemos errores y que volvemos a caer en ellos,pero aprendemos la lección cuando, probablemente, estamos preparados para reaccionar;cuando se desea avanzar de verdad.
Sé que "desnudarse" delante de todos con palabras es dejar ver una parte de mi ser,pero es difícil ser objetivo cuando sólo es una parte la que conocemos.

La que duda,la que tiene miedo a veces,la insegura, la angustiada...;ésa es también Isabel;mi yo,mi corazón...
La otra actúa, cuando el nivel de flotación no es el adecuado, y sigue ahí ,a la par, y entra en acción porque valora y le siguen importando demasiadas cosas; a pesar de tener cada día menos certezas,aunque las considere imprescindibles.
Pero te puedo asegurar que eso me da dolores de cabeza de vez en cuando, pero como Ave Fénix,me obligo a levantar el vuelo; y soy consciente que la vida,a pesar de tantas contrariedades,sigue mereciendo la pena ser disfrutada,amigo.
Un gran abrazo y gracias por el interés y la luz recibida...
:-)

Ahora continuaré respondiendo a cada uno de vosotros,denme un poco de tiempo,¿de acuerdo?...:-)

Isabel dijo...

Aminúscula, pienso que somos capaces de aprender lo que nos propongamos,incluida la meditación;quizás por eso conviene estar atentos a los verdaderos deseos que sentimos dentro de nosotros,para saber distinguir lo verdaderamente importante entre tanto ruido interior.Gracias y un beso.:-)

Thoti,querido amigo,conoces bien algunas de mis dudas y sabes que a pesar de mis pocas certezas voy de frente, intentando siempre ser capaz de ver el lado amable de la vida.A veces hay que tocar fondo para tomar impulso,¿a que sí?
Tú eres siempre un gran estímulo,amigo.Muchas gracias por comprender siempre y poner sonrisas a mis días.Besazos.:-)

Semifusa,amiga mía,es verdad que en ocasiones nos identificamos con lo que dicen los demás,quizás en este caso también tú te has podido sentir decepcionada en algunos aspectos con la vida,pero no cabe duda que, como el tiempo,la vida tampoco da marcha atrás y eso mismo nos apremia para volver a ponernos en forma;aunque de vez en cuando nos "rebelemos".
Que también hay que hacerlo,creo yo...:-)
Un besote,amiga y gracias siempre.

Isabel dijo...

Gyenette,tus últimas frases me han tocado de un modo especial,quizás porque me siento reflejada en ellas.
Lord Byron fue quien dijo: "cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro". Y de alguna manera me la has recordado.;-)
También siento que hay demasiadas cosas para las que no nos hemos preparado,pero tendremos que aprender a base de pasar por ellas,amiga.No nos queda otra...
Un placer leerte y saber que tú tampoco callas :-)Besos,amiga.

Pablo,es verdad que nos gusta,a algunos más que a otros,complicar las cosas; a veces siento un ovillo desmadejado en mi cabeza,pero antes o después vuelvo a encontrar el cabo para quitar el embrollo.
Estoy convencida que cada paso que se da es necesario y lo que algunos realizan en pocos pasos,tal vez yo necesito más,pero tengo que darlos para saber que soy yo la que está andando el camino.Gracias por seguir por aquí,a pesar de ponerme un poquito "pesada" eh... ;-)Besote.

Isabel dijo...

Cecilia,espero que hayan pasado las turbulencias y el camino se vuelva sereno; cuando escribo lo que siento no me paro a pensar lo que podéis percibir en verdad,sobre todo porque, en principio, siempre escribo para mí;aunque sé que estáis ahí,tras la pantalla, no soy consciente que determinados sentimientos míos puedan afectar más allá de leerlos unos minutos.
Así que espero me disculpéis si me dejo "exponer" demasiado; no me siento en riesgo con vosotros,al contrario,sino muy bien acompañada,evidentemente.
Gracias por los ánimos para continuar,los guardo para el largo camino,amiga.Un abrazo.

Estrella,has percibido bien porque en el fondo de la cuestión también hay algo de eso que dices,la impotencia ante un situación "terminal" de un amigo al que quiero muchísimo;todo influye,amiga;pero soy consciente que tengo que seguir adelante,por mí misma,por los que quiero y porque la vida también nos regala cosas maravillosas que no cambiaría por nada.Gracias por tu ración de serenidad,amiga.Un fuerte abrazo.

Isabel dijo...

Querida Marga,bien sabes, y me conoces, que todos estos procesos me llevan a reflexionar y plantearme infinidad de cuestiones,como casi siempre hago;tal vez debería aprender a dejar de usar tanto la cabeza para cosas así y emplearla en mejores asuntos,¿verdad?
En muchas ocasiones hemos tratado sobre esto y siempre hemos estado de acuerdo que hay cosas necesarias por las que debemos pasar para evolucionar,aprender;aún sabiendo que son pasajeras llevan su tiempo, y cada cual tiene el suyo,sus distintas maneras de ir superándolas.
Por suerte yo tengo amigas tan entrañables y estimulantes como tú.

Sabemos aceptarnos con nuestros baches y recaidas, porque cuando nos aceptamos así,con nuestras debilidades, nos sentimos entonces con la sensibilidad y capacidad suficientes para ser capaces de mejorarnos como personas; y eso tú siempre sabes hacérmelo ver.
Eres demasiado benigna y tolerante conmigo,amiga.Tienes la paciencia de Job...
Pero sé que nos entendemos muy bien...
Por eso, entre otras muchas cosas, nos queremos tanto.:-)
Un achuchón bien fuerte.

Isabel dijo...

Rocio,la cara y la cruz del alma,exacto,amiga;siempre prentendo ver de manera natural ambas caras ,aunque alguna que otra sabemos que nos cuesta mucho más sobrellevarla.
Las alegrías son fáciles,los reveses difíciles,pero se superan;como casi todo en esta vida;aunque lo que me importa en realidad es con qué actitud voy superarlas.
Eso es....;qué cara le voy a presentar a la vida cuando en muchas ocasiones me vuelve la espalda.Al fin y al cabo sólo tenemos una verdadera y miles de máscaras...Un besazo,bonita.

Manu,plantearse cosas hace que seamos capaces de resolver dudas,incógnitas...; siempre es importante hacerlo,como también sabemos que para levantarse antes hemos de caer.
¿Sabes lo bueno que tiene sentirse, a veces,algo perdido?Pues que nos pone en alerta,nos hace querer encontrar una salida;lo importante es no desesperarse nunca,tomarse todo con cierta distancia.
Sí,quizás esa sea la palabra para no dejarnos la piel en algunos intentos...
Gracias por tus comentarios,amigo.Un fuerte abrazo.

Isabel dijo...

Laura,cuánta alegría leerte por aquí,y cuando digo por aquí también me estoy refieriendo a mi casa. ;-)
Recibí tu carta,pero tengo pendiente la respuesta debido a que he estado unos días, no pasándolo bien "de puente",sino pachucha y en cama.
Así que ya me pongo las pilas y va de vuelta mi respuesta hasta tu norte,pero que ya mismo.:-)Gracias por todo,amiga,eres genial y cada día me convenzo más de que algo de bruja tienes,pero con magia de la buena...:-)
Mi cariño para ti.Aquí va...


Fran,me ha hecho gracia tu comentario porque ambas podríamos decir que debería valernos con realizar simplemente tu última frase...
"sólo me preocupo de ir".

Adelante,amiga,adelante.
Así debe ser,menos "preocuparnos" y más "ocuparnos".
Un encuentro muy agradable el tuyo,gracias por pasar.

ROSA dijo...

No hay ruido sin música.
Sólo conozco una manera para conseguir algo de serenidad:
Vivir el instante intensamente.
Espero que mejoren tus melancolías junto al resfriado.
Besos hermanita.

celebrador dijo...

¿Acallar la maquinita de pensar?, eso es otro pensamiento.

Mucho se habla de ello y muchos lo han intentado, pero yo, qué quieres que te diga, me parece plantear mal la cuestión

Cuando estas sintiendo te importa un bledo si la maquinica de marras está dale que te dale (o no)

thoti dijo...

.. tú si que eres un gran est´´imulo y una gran persona, Isabel..
.. un abrazo fuerte..

Isabel dijo...

Gracias hermana,sabes que soy de las que viven los instantes con plenitud...Un besote y gracias.

Amigoplantas,pues es verdad que parece que cuando sentimos dejamos a un lado todo lo demás,pero incluso a veces los sentimientos atormentan, ¿no crees?
Muy interesantes tus blogs,aportas cosas muy interesantes y que desconocía.Gracias por pasar y dejar tu opinión.Un abrazo.

Thoti,:-) Gracias amigo, en ese caso,lo somos...