Cuánto duelen los ojos que no ven,los sueños tirados por la ventana,
tantos besos dormidos en la boca y
esas camas que ya no esperan nada.
Amé tanto las nubes que anidaron
sobre mi cabeza de pájaro;
fui testigo de la tormenta y del rayo,
de las cicatrices en el tronco desnudo.
Sólo mi llanto conoce bien el cauce
de estas lágrimas bajo la lluvia,
el triste azul del desaliento
que cubre el raso de la noche.
Desvalida estoy ante mis errores,
mis parcas creencias y sentires;
nada impide que mi alma pagana
sea ya devorada por las fieras.
Imagen: Denis Nuñez Rodriguez
7 comentarios:
Hermoso poema, Isabel. Triste, hermoso y triste.
Nunca fui capaz de escribir un poema estando feliz, ¿será eso?
Pues llevas razón,Walden; es más habitual escribir poesia cuando nuestro estado está más sensible, aunque la plenitud también nos motiva a escribir sobre sentimientos muy cálidos...
A veces yo suelo escribir movida por alguna emoción que sigue en mi recuerdo y que no necesariamente siento en ese instante; son cosas que se quedan por dentro y que deben salir sea como sea,antes o después.
Me gustan tus comentarios tanto como me gusta lo que escribes... ;-)
Que tengas un buen fin de semana, si el tiempo y tú os lo permitís. :-)Un abrazo.
Tristes y emotivas palabras. Me gusta la manera que tienes de transmitir esa melancolía de lo perdido, lo que se ha dejado atrás o quizás de lo finalizado a lo que no se vuelve.
Muy bello, Isabel.
Besos; Paloma
Gracias, Paloma, porque siempre eres muy amable comigo; tú siempre alentando y con ese punto de vista tan personal y positivo que te caracteriza.
A mi me gusta que seas así;es envidiable,amiga.Un abrazo y buen fin de semana.:-)
Todo rezuma vida, haber vivido, con la tristeza que a veces deja el hacerlo, pero la satisfacción y la alegría de haberlo vivido, porque peor es ni siquiera haberlo intentado....
detienes el tiempo con tu poesia Isabel...
un beso.
Esos besos despertarán cualquier día, se secará ese cauce.
Eso lo impide.
Besos sentidos.
me encanta descubrir qe a mi vuelta...siguen tus palabras tan vivas, tan vivas como antes de marcharme...
Un besazo Isabel!
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