Si, y porque danzamos desnudos sea tal vez ya hora de ir dejando esas máscaras que se han revelado tan inútiles. Ni siquiera sirven para protegernos de nuestra vulnerabilidad. Lo mejor de tus palabras: que son una reivindicación de la verdad y la sencillez, frente a lo artificioso. Perfectas, sencillamente. Abrazos!!!!
Paloma,cuántas capas de prepotencia usamos para olvidar lo que realmente somos... No sé, en realidad, de dónde nos vienen "tantos humos" a veces... En fin ,pensamientos míos,amiga... Que pases un buen domingo y muchos besos. :-)
Tan frágiles que nos asusta y nos ponemos esa máscara de piedra, y vivimos como si fuésemos a estar aquí para siempre o por un periodo de tiempo determinado. Quizá mañana mismo ese fino hilo del que pendemos se rompa y con él, se haga añicos la máscara que oculta nuestra fragilidad ante los ojos de los otros, que penden a su vez de hilos semejantes e igual de frágiles. ¿Para qué ocultar lo que nos es común a todos? Absurdo...
(un beso, y aunque pase poco, siempre es un placer reflexionar contigo)
6 comentarios:
Si, y porque danzamos desnudos sea tal vez ya hora de ir dejando esas máscaras que se han revelado tan inútiles. Ni siquiera sirven para protegernos de nuestra vulnerabilidad.
Lo mejor de tus palabras: que son una reivindicación de la verdad y la sencillez, frente a lo artificioso.
Perfectas, sencillamente.
Abrazos!!!!
Paloma,cuántas capas de prepotencia usamos para olvidar lo que realmente somos...
No sé, en realidad, de dónde nos vienen "tantos humos" a veces...
En fin ,pensamientos míos,amiga...
Que pases un buen domingo y muchos besos.
:-)
La fragilidad es una cualidad del ser humano, y tal vez para disimularla, nos ponemos las máscaras...
Abrazos
creo que sí podemos esconder nuestra vulnerabilidad un rato, pero al final siempre nos desnudan...
Tan frágiles que nos asusta y nos ponemos esa máscara de piedra, y vivimos como si fuésemos a estar aquí para siempre o por un periodo de tiempo determinado. Quizá mañana mismo ese fino hilo del que pendemos se rompa y con él, se haga añicos la máscara que oculta nuestra fragilidad ante los ojos de los otros, que penden a su vez de hilos semejantes e igual de frágiles. ¿Para qué ocultar lo que nos es común a todos? Absurdo...
(un beso, y aunque pase poco, siempre es un placer reflexionar contigo)
Es que, aunque las máscaras no funcionen, nos reconforta llevarlas.
Un beso desenmascarado.
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