28 de octubre de 2010

En la guarida

Hace unos días tuve la terrible experiencia de visionar un video que me enviaron a mi correo electrónico.
Se trataba de un menor decapitando a un adulto aún vivo, a base de cuchilladas terribles, como si se tratara de degollar a una vaca.

En la tremenda escena aparecen otros menores sujetando el cuerpo atado de la víctima, también algunos adultos, todos ellos con aspecto musulmán.
No tengo nada en contra de las múltiples culturas que existen en el mundo, pero sí en contra de las ideologías, las creencias o los poderes que convierten al ser humano en algo irreconocible como tal.

No sé la razón de un acto tan abominable e inhumano, pero desde luego a eso le llamo yo tomar la justicia por “su mano”.

Quedé impactada por la crudeza de dicha escena, pero más aún por tener que reconocer que eran escenas reales; no era un montaje ni se trataba de una película.

¿Acaso sólo fue el hombre salvaje exclusivamente en la antigüedad o, por el contrario, aún lo sigue siendo?
La civilización aún está en camino; tengo mis serias dudas que el ser humano pueda considerarse civilizado.
Mientras el hombre siga siendo un lobo para el hombre no se puede dejar de pensar que el instinto animal sigue habitando dentro de nosotros.

Cada día nos enfrentamos a casos de violencia; ninguno debería considerarse menor.
Todas las especies,incluida la humana, han ido evolucionando en un sentido u otro; pero la agresividad, la violencia sigue llevándose bajo la piel.
Nos creemos capaces de controlarla, pero en ocasiones es mucho más fuerte el instinto o el deseo que nuestra propia voluntad.

Nuestra parte animal sólo duerme, se aletarga simulando atravesar un duro invierno; pero permanece ahí, cual víbora escondida tras su camuflaje, saltando rauda sobre cualquier presa que se ponga a la distancia adecuada.

Uno de nuestros mayores errores es fomentar, tolerar o motivar la violencia, aunque sea de manera inconsciente; un fuego enciende otro fuego…

Alejarse de ella, corregirla, controlarla es tarea de todos; sin embargo hay circunstancias de vida en las que se convive tan a diario con ella que llega a convertirse en algo absolutamente normal.
Ya ni alarma, ni se condena; y muchas veces se enaltece.

Una guerra contiene muchas otras guerras, incluso internas; del mismo modo una injusticia fomenta igualmente muchas otras…
Todas ellas son puertas abiertas a la violencia, pero ¿quién ha de cerrarlas?
¿Cómo han de cerrarse? ¿Por qué es fundamental hacerlo?...

Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego – afirmaba Gandhi.

¿Acaso no lo estamos ya?...

Dan ganas de mirar hacia otro lado, ignorar este tipo de acciones, pero cómo olvidar que es el pan nuestro de cada día…
No es extraño, por tanto, que digamos en nuestro más sensato saludo de bienvenida “la paz sea contigo” y en la última y más anhelada despedida “descanse en paz”.

Pero… ¿cómo poner fin a uno de los mayores problemas del ser humano?
¿Estamos condenados a padecerlo por los siglos de los siglos?
A lo largo de la Historia la violencia siempre ha ido de la mano del hombre y aún no hemos sido capaces de vencerla.

Es nuestra más triste y lamentable derrota diaria. Siempre se investiga sobre todo tipo de avances que nos permitan prolongar la vida del ser humano, pero nada se ha inventado aún para evitar que nos matemos unos a otros…

Para nuestra desgracia el hombre aún sigue siendo un lobo para el hombre.
Vivimos en su guarida...


Imagen: Odilon Redon - 1886

9 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si estamos más en la edad de las cavernas que en el siglo XXI, solo se que cada día más se alienta la violencia por la violencia, que cada mía más políticos, medios de comunicación, padres… inconcientes de sus hechos, de sus palabras utilizan religión, miedo, diferencias para alentar, eso, el miedo y a cualquier chispa ésta se expanden y no hay manera de pararla.

Una reflexión de lo más dura y clara, no se puede ignorar que estamos creando un mundo cruel y violento y que nuestra mano estaría la solución.

Besos a miles querida Isabel.

Candela

Ligia dijo...

No hay más que abrir un periódico o escuchar un rato el telediario para darnos cuenta de que vivimos en una pura violencia, por desgracia. Lo peor es que nadie sabe como poner fin a esto.
Abrazos

Ricardo Miñana dijo...

Por desgracia asi es la vida actualmente, violaciones de mujeres ante la pasivida de la ONU, guerras que no tienen ningun sentido, violencia callejera, y un largo etc.. etc..
feliz semana.

ROSA dijo...

Lo más cruel en verdad es el hecho de que sea un niño el actor de estya barbarie alentado y aleccionado por adultos...
Un beso

edmundo serna ruz dijo...

Somos causa y efecto, enfermedad y cura, problema y solución, somos la paradoja del artista que se escandaliza de su obra, los mecánicos que provocan averías, los tontos listos, los buenos malos y somos ante todo humanos, aunque nos incomode y no sepamos bien todavía lo que significa eso.
Vivimos bajo la piel de la raza de los semidioses, los creados, mimados y expulsados de paraíso con la condena implícita de dolor sin vuelta atrás. El regalo del libre albedrío y la capacidad humana para traspasar todos los límites en cualquier sentido, nos tienen jodidos.
Nosotros, los Jekyll y Hyde de tres al cuarto, que poblamos estos páramos malditos por nuestra presencia, no podemos por menos que correr como perdigones en desbandada huyendo de nosotros mismos. El futuro no es de plastilina, está hecho de una desconocida suma de melojas culturales y queremos creer que también de esperanzas, porque eso también va en nuestros genes.
Mientras, nos queda la poesía como ejemplo de pegunte que une a la gente y personas como tu que tienen facilidad para encontrar la belleza en lo sencillo, la oportunidad en lo cotidiano, el sentido de la vida pegado a la tierra, su olor en el aire y una luz a la que estar agradecidos. Benditos seáis.
Salud

Isabel dijo...

Borré por error este comentario tuyo,Pablo
( el búho rojo); espero que me disculpes.

Así que lo vuelvo a insertar:

"Hemos sido educados en la violencia y el desarrollo ahora es saber apartarla. Nos sorprenden esas escenas de fanáticos o avisos de próximas lapidaciones en pleno siglo XXI, pero no hay que irse muy lejos y ahora en internet tenemos excenas de violencia que hacen nuestros vecinos y por desgracia, de forma gratuita

Pero recuerda que una persona que renuncie a ello, es una persona menos violenta y una persona más bondadosa."

Un beso


Otro para tí,amigo . :-)

Anónimo dijo...

Hola

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ahhh dijo...

Cuántas veces uno se avergüenza de ser humano...
Cuesta entender el por qué de tantas cosas que al final no no sabe si es que su entendimiento no llega a más o simplemente que no hay nada que entender, sólo asumir que el ser humano es así.
(Pero me resisto a pensar esto último)

Un beso

El búho rojo dijo...

Hace tiempo que no te leo. Confío que pronto podamos seguir disfrutando con tus palabras

Feliz Navidad querida amiga