Algo inquietante sucedía; todos corríamos asustados, huyendo de un ataque enemigo..…
Yo corría angustiada junto a mi padre, preocupada porque él no podía ir al ritmo que requerían las circunstancias.
Intuía cada vez más cerca el peligro, él no podía dar más de sí y empezábamos a alejarnos del grupo.
No podía dejarlo atrás, pero tampoco avanzaba junto a él…
Era un país desconocido, no conocía sus costumbres ni su lengua; era consciente que el ritmo lento que llevábamos nos estaba poniendo a ambos en peligro…
Entonces, angustiada me desperté…
A veces los sueños dan pistas sobre las cosas que nos afectan en realidad…
Mi padre vive conmigo… Este sueño me dejó pensativa…
Sobre todo esa sensación de “ni contigo ni sin ti…
Qué dilema, ¿no?
Imagen: Fotografia-Unanime
3 comentarios:
dilema sin fácil solución....
En ocasiones somos prisioneros de aquello que más queremos.
un abrazo
Ese miedo, que corre calle abajo,
y no me es del todo desconocido,
arrastra perseguido y con trabajo,
pesadas quimeras y un ser querido.
Sintiendo a cada paso cerca un tajo,
con el lento pie a la acera cosido
y el tiempo gime a golpe de vergajo,
ajado y por la prisa consumido.
Solo se teme perder lo que se ama,
y si de esa dolida forma sueñas
lo siento, es la que menos te deseo.
La que te despierta sudando en la cama,
sintiéndote indefensa, pequeña,
pero solo son caprichos de Morfeo.
A veces, pasar miedo, es un acto de amor que sale de los más profundo de nosotros mismos. El temor subconsciente de perder algo que se aprecia, se manifiesta de muchas formas incluso sin saberlo o darle importancia.
No quisiera parecer un José de pacotilla, pero si te sirve de algo, hace años, cuando formé una familia viví episodios de angustia nocturna que nunca antes había tenido, y puedo estar equivocado, pero lo achaqué a que, por primera vez en mi vida era consciente de que tenía algo importante que me daba pánico perder.
Un abrazo amiga.
Ahh, cuánta razón llevas,amigo... No es fácil,no... Te agradezco tu visita y comentario, siempre lleno de delicadeza.:-)
Un fuerte abrazo,amigo.
Edmundo,siempre tienes versos dulces que sirven de emoliente para ablandar la dureza de las circunstancias que nos toca vivir...Es un placer leerte,porque parece que las palabras te emanan como un claro manantial en el que se puede beber sin miedo.
El miedo de perder nos deja sin aliento para vivir a veces,por eso es difícil mantener el equilibrio de sentimientos cuando nos provocan angustia o confusión. El pensamiento siempre esconde alguna que otra sorpresa que se libera en forma de sueños que nos dejan dubitativos.
Amigo,siempre hay motivos para la reflexión..., y que nunca nos falten...:-)
Gracias por la manera de expresar tu opinión. :-)
Un besote.
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