Es la belleza el futuro en la mirada de un niño; hallar en ella la inocencia que brota de los ojos que aprenden de la vida.
Una tierna caricia es ese regalo que siempre necesitamos volver a sentir…
El amor y los cuidados que tuvimos en la infancia marcan para siempre el
umbral de nuestras emociones.
Pero… ¿dónde se van
escondiendo con los años?
Aprendemos que los sentimientos son frágiles y no es conveniente exponerlos
a cualquiera.
Empezamos a castrar lo más genuino y humano que tenemos… Nos enseñan a ser reservados,
comedidos con ellos…
Hay que domarlos, como si de potros salvajes se trataran… No
sea que puedan desbocarse…
Así los vamos encerrando en
lo más hondo, hasta olvidar que están ahí para recordar que estamos vivos,que no
hay que tener miedo de ser "tan" humanos…
¡Y cuánto nos cuesta dejarlos en libertad y volver a ser nosotros mismos!
Tal vez nos lleva toda una vida... Eso es demasiado tarde...
Ser libre es ser consecuente con lo que se siente...
Decía Oscar Wilde:" A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y, de pronto, toda nuestra vida se concentra en un instante".
Ojalá que sea hoy mismo...
Imagen: Diego Arroyo
Decía Oscar Wilde:" A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y, de pronto, toda nuestra vida se concentra en un instante".
Ojalá que sea hoy mismo...
Imagen: Diego Arroyo
7 comentarios:
Muy bonito. Me ha llegado.
La fotografía, bellíssima.
Un beso.
Paqui,es cierto,la foto es "material sensible", por eso la escogí; porque hace sentir emociones...
Al menos en mí.:-)
Muchas gracias por tus palabras y me alegro que te hayan calado las mías.
Buena semana,amiga.
Creo que lo que planteas se recoge muy bien en una película de Woody Allen que se llama Zelig. Zelig es una especie de camaleón humano, famoso precisamente por eso. Una psicóloga se interesa por él hasta que logra curarlo. Entonces comienza a ser él mismo, a dar sus opiniones, mostrar lo que siente, etc. No te despachurro el final por si te interesa verla.
Vivimos en la sociedad como si viviéramos en la jungla. Cuesta convencer a los demás de que somos seres sociales, aunque haya leones entre nosotros.
Me encanta Oscar Wilde, por cierto.
Un abrazo.
Gracias,Walden,no he visto esa película,pero ya que me cuentas la temática me interesa...Me encanta el cine,no todo claro... ;-)
Qué cierto es que vivimos en una "jungla" llena de "peligros",pero quien no se aventura creo que se pierde muchas cosas buenas,¿verdad?A pesar de todo...
Un hombre inteligente,Oscar Wilde;muy agudo,sí... :-)
Gracias por tus visitas,amigo; siempre enriquecen.:-)
Un abrazote.
Hace poco vi A.I. inteligencia artificial, una película en la que un niño artificial, un robot, "se muere" por sentirse querido, por sentir el abrazo de su "madre". Que malo es ese miedo a expresar los sentimientos, a sentirse expuestos e indefensos.
Hacía tiempo que no te visitaba, habrá que recuperar las buenas costumbres.
Un beso desde el faro.
Farero,¡cuánto bueno por aquí!. :-)
Me alegra leerte,amigo,siempre vienes cargado de aroma marino y costero...
Cuánto me gusta tu blog...;-)
Por suerte en nuestros blogs podemos expresar los sentimientos que queramos; y eso es toda una liberación muy reconfortante.
Espero que sigamos en contacto,eh.
Un abrazo grande,farero.
Hasta pronto.
El otro día en una fiesta comentábamos que las personas que más queremos son las que son ellas mismas. Son. Sin hipocresías, sin máscaras, en definitiva, sin miedo. Es muy importante ser. Porque siendo, vives. Y si no vives estás muerto/a. Para todo.
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