27 de enero de 2007

Oyéndome...


Soy de las que piensan que hay que saber interpretar el lenguaje con el que nuestro propio cuerpo nos habla; saber escucharnos sin ser obsesivos, ni hipocondríacos.

Sólo lo justo para saber que todo está bien o no, para saber corregir a tiempo sus deficiencias, sus demandas, sus desequilibrios.
Siempre soy libre de hacerle caso, de querer seguir escuchándolo, o tal vez puedo hacerme la sorda...

Llevo tanto ruido dentro que, a veces, es casi imposible poder oírme.
Hoy tengo dolor de cabeza, tal vez por escuchar cosas que no soporto, o porque mi cuello sostiene demasiadas ideas que no debería sostener dentro de mi cabeza; o quizás porque multiplico mis pensamientos y ya no caben dentro del espacio disponible.

Quizás mis ojos miran con demasiada intensidad en la dirección equivocada, o porque no los cierro y les doy descanso.

No soy yo quien se agota, es mi propio cerebro el que se agota y me grita ¡basta!
Pero me empeño en no escucharlo, en no hacerme responsable de mi propia saturación.

A veces debo permanecer en silencio escuchando toda la sensatez con la que me habla el lenguaje de mi cuerpo.
Tal vez sea el lenguaje más sincero que existe; ni me engaña, ni puedo engañarle, en verdad.

Debo mirarme, leerme, traducirme, dialogarme, escucharme y asimilarme. Parece algo fácil, pero ciertamente puedo afirmar que no logro hacerlo tan bien como debería.

En el fondo no sé si soy consciente de que me maltrato a mí misma en muchas ocasiones.
Quizás es tiempo de reconocer el cambio que estoy necesitando ya.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Yo necesito viajar. Ya!

El detective amaestrado dijo...

Para evitar que mi propio ruido me distraiga, en ocasiones me recuerdo que tengo un silenciador en el cajón de mi mesilla de noche...

Solo Palabras... dijo...

Lei alguna vez que somos hojas secas de un árbol mayor arrastrados por el viento.
cuando la vida insiste en desviarme del camino que me trazo lo recuerdo, me abandono, me dejo llevar y espero que llegue la calma.
En estos días el viento me arrastra.
Te dejo mi cariño

thoti dijo...

.. creo como tú que debemos pararnos a escucharnos más.. los cambios, si son para ser más felices, bienevenidos todos..
saludos..

Isabel dijo...

Juan: !Y yo,y yo también...!Besos.


Sr.Detective...¿no usará el silenciador para silenciar a los demás,verdad?;-)Gracias por la sugerencia.


Oscar: Espero que no sean tus últimas palabras,sino mutuas.

Poeta: ¿Cuándo te paraste para escucharte por última vez?Igual ya no recuerdas lo que te dijiste...
Saludos y disfruta.;-)