Sin apoyo

Estaba claro que ahora no tenia ningún hombro en donde apoyarse, se bastaba a sí misma para terminar de dar el vuelco a su vida.
Tras todos los problemas que había tenido que superar nadie estaba demasiado cerca de ella, ni tampoco demasiado lejos; sobre todo, por miedo a escuchar sus propias conciencias.

En realidad, siempre había estado sola, pero su ímpetu por salir adelante le empujaba hacia el incierto destino que aún presentía.

Empezar desde cero le había supuesto abandonar casi todos sus viejos principios en el camino;además, ahora, su frágil economía sólo le permitía pagar las cosas más imprescindibles.
Sin embargo, cada mañana mientras se miraba en el espejo, abandonando poco a poco sus miedos, se decía con convencimiento: ¡nena, tú vales mucho!
Después, salía a la calle con pasos cada día más seguros para enfrentarse, cara a cara y sin miedo,a todos sus retos diarios…