28 de septiembre de 2008

Pequeña felicidad

La felicidad ocupa tan poco que puedo meterla en un bolsillo, encerrarla en mi mano, dejarla sobre la mesa.

Puedo lanzarla al agua y verla flotar, guardarla entre las páginas de un libro; soplar sobre ella y ver cómo se balancea hasta posarse en el suelo.

Puedo pisarla sin querer al caminar, olvidarla en el fondo de un cajón o romperla en mil pedacitos.

Puedo escribirla en un trocito de papel, señalarla con un dedo, pintarla con la punta del pincel.

La felicidad es tan fina como un hilo de tu camisa, tan pequeña como un grano de mostaza,como un poro de tu piel.
La felicidad es una célula de embrión, un huevo de mariposa, es la fracción más pequeña del segundo.

Ahora,por fin,sé que la gran felicidad no existe; tan sólo existen nuestras múltiples y pequeñas felicidades.
Por eso, es tan difícil encontrarla cuando simplemente tenemos “grandes” expectativas.

Imagen:Stock.xchng


8 comentarios:

CarmenS dijo...

Pequeños trozos de felicidad que debemos saber degustar. Si sabemos hacerlo, mejor nos irá cada día.
Lo malo es eso que dices: que son hilos, trocitos pequeños y frágiles que, si no ponemos cuidado, destrozamos nosotros mismos.

Ligia dijo...

Ahora comprendo por qué cuesta tanto encontrar la felicidad. Pero teniendo esas otras pequeñitas... ¿quién quiere la grande? Abrazos

Unknown dijo...

Estoy mas que de acuerdo, existen los momentos, buscar la felicidad permanente es una quimera, son momentos, pequeñas fracciones como tu dices.... instantes, que completan un día y hacen que haya merecido o no la pena.

Un beso

Unknown dijo...

¿Y si juntamos todos esos trocitos de felicidad que no vemos, que dejamos pasar por un momento de ofuscación? Lo mismo conseguimos ser felices de verdad, que es lo que queremos al fin y al cabo. Pero FELICES así, con mayúsculas, pero sin esas "grandes expectativas" que comentas.

Besitos amiga.

El búho rojo dijo...

Cierto querida amiga... es mejor disfrutar de pequeños y agradables momentos que no vivir tristes esperando un acontecimiento que no ha de llegar...

Un beso

Isabel dijo...

Cecilia, es como saber valorar las pequeñas joyas; que no por pequeñas son menos valiosas.Un beso,amiga.

Ligia,aún así nos resulta difícil descubrir que la pequeña vale más que la "grande", que nunca existe.Un besote.

Estrella,es muy posible que seamos ricos en momentos felices y pensemos que no somos felices en realidad.Somos seres complejos a veces.Besos,amiga.

Amiga mia,estoy convenciéndome que la felicidad con mayúsculas es una quimera, la felicidad es una actitud llena de momentos irrepetibles.Cuánto me alegra hallarte por aquí.Un besazo,buena amiga.:-)

Pablo,entonces me pregunto por qué razón seguimos empeñados en mantener la actitud de esperarla como si tuviera que llegarnos sin esfuerzo.Creo que hay que trabajársela ,amigo.Un abrazo.

Emig dijo...

Amiga Isabel. Hablar sobre la felicidad, leer sobre la felicidad, siempre me parecerá maravilloso. Sobre todo cuando la sitúas en las pequeñas cosas... así es para mí. No vives un día entero de felicidad, pero sí retazos que parecen serlo. A veces me esfuerzo en olvidar, limpiar sensaciones que me llenan de lo contrario y así dejar el espacio lo más vacío de muchas cosas, así aparece cuando me siento caudal de mí mismo...

Un feliz beso.

Isabel dijo...

Emig,qué hermosa expresión:"caudal de mí mismo".
Eso suena a calidad y paz,amigo, y creo que, de éso, tú debes tener mucho.Un besote.:-)
Gracias.